Entrevista | José Ramón García, Monchu Relevo en el principal partido de la ciudad | Secretario general del PSOE de Gijón

“La relación con el gobierno local será cordial y colaborativa”

“Yo no era la persona preferida de la FSA, pero mi secretario general no es patrimonio de nadie”

Monchu García, ayer, en la plaza Europa. |  Marcos León

Monchu García, ayer, en la plaza Europa. | Marcos León / I. Peláez

I. Peláez

I. Peláez

A la segunda fue la vencida y, por un margen de 41 votos, José Ramón García, Monchu, (Gijón, 1972) se convirtió el sábado en el secretario general del PSOE de Gijón, desbancando a Iván Fernández Ardura, el preferido por la FSA y la alcaldesa, Ana González.

–¿Creía en la victoria?

–Soy optimista y pensaba que iba a ganar. Aunque estaba nerviosísimo, veía indicios en todo momento de que sí, que se iba a cumplir. Pero digerirlo fue rápido, porque para mí esto nunca fue un objetivo, sino un medio. Lo que siempre me ha interesado es la transformación social, sea a través de un poder orgánico o institucional.

–¿Ha echado de menos alguna felicitación?

–Sinceramente, no.

–¿Qué le pareció el discurso de Adrián Barbón antes de la votación?

–Entiendo que yo no era la persona preferida, pero considero a mi secretario general el secretario general de todos. No es patrimonio de nadie. Basé mi discurso en sus palabras. Sus palabras eran acertadas y yo las llevé al terreno de los hechos, en la comparación con lo que sucedía en Gijón y lo que creo que debía suceder. Puedo entender que no sea el momento más cómodo, pero en política no estamos por comodidad. Estamos para hacer cosas y a veces, pues no son agradables.

–Denunció presiones a militantes.

–No creo que nadie haya hecho cosas poco elegantes por maldad, pero hay gente que no está bien educada en la participación. Hay que enseñar a participar, y una de las misiones principales de esta dirección será formar a la gente en la participación política y social. Si queremos fomentarla entre la ciudadanía debemos aprender a practicarla entre nosotros.

–¿Cuál es su hoja de ruta como nuevo secretario general?

–Analizar la situación. Debemos saber cómo está toda la información que hoy no tenemos, ponernos al día, reunirnos con el grupo municipal, analizar los grupos de trabajo, que ya tienen una tarea hecha y necesitamos que nos reporten. Empezaremos por ahí para la meta de llegar a una conferencia política en otoño y eso implica desarrollar un plan de trabajo que requiere mucho trabajo y conocimiento. Pero lo primero es ver la realidad.

–¿Tiene prevista ya una reunión con la Alcaldesa?

–Mañana mismo (por hoy). Pero es una reunión que tendré yo. Además, ya hemos hablado por teléfono. Esta semana quiero hacer dos reuniones de la ejecutiva. Una primera de toma de contacto del grupo y en la que no estarán ni el secretario general de Juventudes ni la Alcaldesa, porque hay gente en el grupo que todavía ni se conoce bien. Y debemos hablar de cómo vamos a orientar el trabajo, cómo repartirlo y qué relaciones debe haber entre secretarías. El jueves habrá una reunión operativa en la que me gustaría invitar a los secretarios autonómicos de Gijón.

–¿Cómo será su relación con el gobierno local?

–Cordial y colaborativa, como no puede ser de otra forma. Somos dos manos del mismo cuerpo. Una es la parte que está en la institución y la otra el partido propiamente dicho. Irremediablemente tienes que estar coordinado, aplicar toda la capacidad que tus dos manos te dan.

–El sábado recordó las primarias entre Vicente Álvarez Areces y José Manuel Palacio cuando este último era alcalde. ¿Es una declaración de intenciones?

–No. En el PSOE de Gijón se ha tenido siempre una tradición de primarias, y yo me refería exclusivamente al proceso en el que estábamos. Y lo hablaba en referencia a las tensiones que se viven en estos procesos y que a mí, que ya van pasando los años, me parece que hay que empezar a vivirlos con una tensión menor. No se puede vivir como agresiones ni desestabilizaciones lo que son procesos democráticos que enriquecen a la organización. Yo me refería exclusivamente a estos procesos, para nada tiene que ver con algo que no está en discusión este momento.

–¿En este momento?

–Ni hay momento. No hay discusión.

–Entonces, Ana González será la candidata a la Alcaldía en 2023.

–Es que ese proceso no está abierto. No llega. No hay momento para eso.

–El sábado tendió la mano a su rival, Fernández Ardura, para integrar a las dos candidaturas. ¿Ya tiene respuesta?

–El sábado no fue un día especialmente bueno para Iván y yo le expresé mi respeto por su compromiso y su trabajo. Mañana (por hoy) voy a llamarle e intentaremos establecer algún mecanismo, más allá de la lógica, porque él debe contarme sus cosas como responsable que ha sido hasta el sábado, y el resto del equipo debe ponerse al día. Pero no quiero que se quede solo en un traspaso de poderes, sino en crear algún sistema de encuentros que nos permita explorar la posibilidad de incorporar a personas a la dirección política. Y la oferta empieza por él mismo, claro.

–¿Cómo elaborarán la lista electoral de cara a 2023?

–Tenemos un sistema muy sencillo. Hay una propuesta que hace la ejecutiva en coordinación con la candidata o candidato y ya está. Luego pasa por un refrendo de la militancia, pero es un proceso que está lejísimos. Aquí quedan por delante 14 meses de mandato y esta dirección está para aportar al grupo municipal, agotar todo el programa electoral y hacerlo lo mejor posible.

–Llega el refuerzo al gobierno local justo después de que el Juzgado tumbase el “cascayu”, un proyecto clave en este mandato.

–Todo refuerzo siempre llega en buen momento, al margen de sentencias o cuestiones coyunturales. Pero una dirección política nueva siempre es un impulso. Primero, debemos ver toda la información, saber en qué se basa la sentencia, en qué se basa el recurso del Ayuntamiento. Nos faltan muchas cosas porque acabamos de aterrizar. Como corresponde a un partido que es serio y riguroso, y que quiere seguir siéndolo, debemos conocer de primera mano toda la situación y valorarla.

–¿En qué puntos de la acción política va a poner énfasis?

–Creemos que el conjunto de los barrios, entendidos como unidades de convivencia, no están vistas por sí solas. Están vistos en un conjunto de ciudad, y creo que los barrios, que tienen identidades propias y problemas concretos, deben verse con una visión exclusiva de su zona, incardinada en el conjunto de la ciudad, pero debemos poner el ojo concreto. Porque en los territorios se da la convivencia y la convivencia se deteriora por muchos factores: sociales, económicos, ambientales, estructurales... Está muy bien hablar de espacios comunes, como el Centro o el Muro, pero la convivencia día a día se da en los barrios.

–¿Los toros en Gijón es un debate cerrado?

–Es un debate que puede seguir abierto durante una temporada porque alguien quiera mantenerlo. Mientras haya diferentes opiniones, los debates no se cierran. ¿Son un debate cerrado en España? Un debate no se cierra por una decisión en un sentido u otro, seguirá ahí.

–Gijón espera por grandes obras. ¿El Gobierno de España está en deuda con la ciudad?

–Gijón hace tiempo que espera por muchas cosas. Y la misión de esta dirección política es ayudar a la institución, desde el punto de vista de que somos gobierno, y desde el punto de vista de que somos compañeros de otros gobiernos, en otros estamentos, para lograr que todo lo que Gijón necesita sea satisfecho.

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