Manuel Monereo, politólogo: "Hay zonas muy conflictivas que pueden llevar a una escalada nuclear"

"El reconocimiento a Palestina debió llegar hace más de 20 años y la clave ahora es tomar medidas para frenar la matanza en Gaza"

Manuel Monereo Pérez.

Manuel Monereo Pérez.

El politólogo Manuel Monereo Pérez (Jaén, 1950) presentará esta tarde su libro "¿Hacia la Tercera Guerra Mundial?", que cuenta con la coordinación de Carlos Eduardo Martins y Francisco López Segrera. El acto, organizado por la Sociedad Cultural Gijonesa, será a las 19.00 horas en la Escuela de Comercio.

–¿Qué aborda la obra?

–Es un libro colectivo y lo hemos coordinado un brasileño, un cubano y yo, el único europeo. La idea es una enorme preocupación que sentimos los autores por la situación actual que estamos viviendo. Y otra preocupación es, entre comillas, la ausencia de preocupación de las poblaciones. Es un cambio de época histórica de grandes dimensiones que se podría concretar en un conflicto militar de carácter general y que puede llevar a una guerra nuclear.

–¿Hay peligro real de una Tercera Guerra Mundial?

–En el mundo hay varias áreas conflictivas con dinámicas internas de escalada. Está el caso de Ucrania, donde las cosas no le han ido a Occidente y a la OTAN como pensaban. Las cuentas no han salido bien y Rusia se ha fortalecido. ¿Intervendrán las fuerzas de la OTAN? ¿Se seguirá armando millonariamente a Ucrania? ¿Qué habría pasado si la muerte del presidente de Irán hubiese sido por un misil extranjero? En Gaza habría una gran escalada. Allí se está viviendo un genocidio, un conflicto que se podría generalizar. Irán tiene poder militar y alianzas estratégicas con Rusia y China. Estamos en la cuerda floja, bordeando el abismo, pero no se tiene esa conciencia. Vivimos de espaldas a la realidad de los gobiernos.

–¿Cuál es el contexto geopolítico actual?

–Hay dos crisis que se entrecruzan. La del dominio imperial norteamericano es un elemento esencial. El orden unipolar no puede mantenerse. Y también hay una crisis más profunda de lo que podríamos llamar Occidente, que históricamente ha marcado las reglas. El mundo, de base, va a cambiar. Vamos a encontrarnos con un mundo donde competirán civilizaciones muy sofisticadas.

–¿Qué reflejan los recientes conflictos de Ucrania y Gaza?

–Son líneas de fractura, cambios tectónicos que están haciendo emerger esta nueva situación internacional. Estamos en una larga transición entre un orden mundial viejo que no muere y un nuevo mundo que no acaba de emerger. Es como la trampa de Tucídides. El debate es si el mundo multipolar se puede construir sobre lo que quede tras un conflicto nuclear o con conflictos parciales. Eso está en juego.

–Israel ha advertido de "consecuencias graves" sobre el reconocimiento español a Palestina.

–Se debería haber reconocido a Palestina hace más de 20 años, tras los Acuerdos de Oslo. La clave es parar la matanza que está habiendo en Gaza, tomar medidas. En el mundo hay zonas muy conflictivas y cada una puede llevar a una escalada nuclear. Hay que concienciar a la población de un cambio de actitud o, si no, seremos parte del viejo mundo.

–¿Es factible un conflicto nuclear?

–Es cuestión de percepción. Si destrozan un barrio en Moscú, la respuesta no será convencional, porque Rusia tiene poder para ello. Estamos en una situación muy delicada. Y en España hay una polarización terrible.

–¿Qué reflexión quiere que hagan los lectores del libro?

–Que tomen conciencia de los problemas reales, que interpelen a los poderes. Y la acción. La guerra es demasiado importante para dejársela a los gobiernos. La sociedad civil no puede ver cómo los gobiernos van como sonámbulos a los conflictos. Hay que luchar.

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