Opinión

"Pronto socorro" o la cuarta opción al vial de No-Jove

Es un tanto simplista, pero viendo la agitación promovida por la incompetencia de quienes, desde hace treinta años, tienen que dar una solución al transporte de mercancías que van y vienen desde el puerto de El Musel, al menos dese la oportunidad de aportar ideas, que suele ser una actitud sana y democrática.

Esta cuestión, ingeniería pura, es tan antigua como aquella dicotomía decimonónica entre "muselistas" vs "apagadoristas". Hoy con tres opciones entre "soterristas", "trincheristas" y el "ahí te va que te preste" del vial exterior contaminando y poniendo en riesgo a la población, abusada hasta las cejas de partículas nocivas.

Lo del riesgo del transporte de Mercancías Peligrosas ya le hemos puesto nombre y apellidos, va para tres décadas, cuando abordamos desde la ONGD Bomberos de Asturias sendas jornadas, e incluso algún artículo denunciando la laxitud del paso de camiones entre la población de Jove- La Calzada-Pumarín, consta en las hemerotecas.

Viendo en planta el desarrollo de El Musel, en concreto el Muelle Romualdo Alvargonzález, dibuja lo que en el argot bomberil se llama "Pronto Socorro", es una lanza o pistola de agua accesible junto a la bomba contraincendios para sofocar en primera instancia cualquier conato de incendio, de ahí lo de pronto y socorro. Jove arde.

Lo del vial de Jove es más socorro que pronto, puesto que la flema y el fiasco con el que abordan los gijoneses en general, y los de Jove y La Calzada en particular, ese pronto es el que suele dar cuando uno acaba justificando algún acto de rabia: –¡Fue un pronto, Señoría!–. Suele ser la eximente.

Ya está bien de trincheras y cuentos chinos jugando con la salud y dineros de la ciudadanía teniendo opciones que por imaginativas no deberían desecharse.

Esa pistola de agua o "Pronto socorro" en orto mapa, tiene al píe de la culata el islote del "Orrio", extensión de peña "La Ballena" que separan el almacén de mineral carbón del dique Alvargonzález, cuya presencia mineral es abrumadora por tierra, mar y aire, al punto que deja la playa San Lorenzo como si fuese una de Lanzarote, volcánica. Ahora gastarán dineros en poner pantallas, como tiritas para una luxación.

Pues bien, si el túnel que une el parque de carbones con el puerto no es suficiente para desviar el tráfico rodado, lo suyo sería rellenar hacía la ría de Aboño, con los mismos estériles que aún quedan en la bocamina La Camocha, dando salida a los camiones, todos, desde el exterior dejando tranquila a la ciudadanía de trincheras, galerías o contaminación y riesgo, simulados con palmeras y prosopopeyas ajardinadas.

Si proyectamos un túnel entre España y Marruecos, de más de 14 kilómetros y con profundidades que van desde los 284 metros de calado… ¿no vamos a ser capaces de unir el parque de carbones de Aboño y el dique Alvargonzález?

Eso sí, a quien corresponde que vayan concluyendo el empalme entre la Juvería y el nudo gordiano de Bandín, Veriña, donde confluirá todo el tráfico rodado para tomar la autopista y nos libere de este enroque que dura tres décadas quitándonos la salud. Por ideas que no quede.

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