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Guerra en Ucrania

Presidiarios y sueldos jugosos: Rusia busca desesperadamente nuevos reclutas

El Kremlin ofrece hasta 3.000 euros al mes, más del triple del salario medio en el país, a aquellos voluntarios o mercenarios que quieran engrosar sus filas en Ucrania

Una imagen del ejército ruso. Reuters

La fulgurante contraofensiva ucraniana sobre las regiones ocupadas por las tropas rusas en Ucrania ha vuelto a poner en evidencia el poderío militar del Kremlin. Kiev ha recuperado la provincia de Járkov y por primera vez empieza a creerse que podría ganar una guerra que ha entrado en su séptimo mes de devastación y lágrimas. Sus victorias en el campo de batalla han abierto la caja de los truenos en Moscú. Varias voces cualificadas han pedido allí una movilización general y una declaración formal de guerra para poder incrementar el número de soldados a disposición de la “operación militar especial” de Vladímir Putin. Y aunque el autócrata ruso se resiste por el momento a cambiar los parámetros de la guerra, sus militares buscan desesperadamente nuevos reclutas para refrescar un ejército severamente diezmado.

No hay datos fehacientes sobre el número de bajas en ambos bandos desde el inicio de la guerra. El ministerio de Defensa ucraniano sostiene que son cerca de 50.000 los militares rusos caídos en combate, una cifra que otros observadores rebajan significativamente. En cualquier caso, no parece haber dudas sobre la creciente falta de personal para combatir en Ucrania. Eso ha hecho, entre otras cosas, que en las academias militares rusas se haya acortado el periodo de formación de los cadetes para adelantar sus fechas de graduación. “Casi con toda seguridad se hace para poder desplegar a los cadetes en la operación ucraniana”, dijo recientemente la inteligencia militar británica. “El reto de la falta de personal se está volviendo cada vez más severo”, añadía en uno de sus análisis diarios de la guerra.

A Rusia no le basta con los soldados profesionales, también busca voluntarios por todo el país: carne de cañón para las trincheras ucranianas. Y cómo anzuelo está ofreciendo hasta 3.000 euros al mes, un salario muy suculento para los estándares rusos, según publica Reuters. En una plaza central de Rostov, una ciudad del sur de Rusia, sus periodistas se toparon estos días con una de las oficinas móviles que utiliza el ejército para reclutar voluntarios. Soldados con fatigas de camuflaje y pasamontañas repartían octavillas para informar a los curiosos. “Servicio militar por contrato: la elección de los verdaderos hombres”, rezan los panfletos.

Contratos a 2.700 euros al mes

Uno de los oficiales explicó a la agencia que buscan a ciudadanos rusos y extranjeros de edades comprendidas entre los 18 y los 60 años que hayan completado al menos la educación básica. “Ciudadanos patriotas están optando por firmar contratos de tres o seis meses para participar en la operación militar especial”, le dijo a Reuters el mayor Sergei Ardashev. El salario mínimo ofrecido son 160.000 rublos, casi 2.700 euros, una cantidad que prácticamente triplica el salario medio ruso.

Además del trabajo sobre el terreno del ejército, Moscú está recurriendo también a portales de empleo y anuncios clasificados como HeadHunter.ru, Avito.ru o Superjob.ru en su búsqueda de voluntarios. Según la Fundación de Víctimas de la Guerra de Ucrania, con sede en los Países Bajos, más de 50.000 soldados rusos habrían sido desplegados en Ucrania tras ser reclutados como voluntarios.

Pero no queda ahí la cosa porque el Kremlin también está recurriendo a empresas amigas de mercenarios para engordar sus fuerzas en Ucrania. Empresas que están tratando de ‘pescar’ reclutas en las cárceles rusas. “A los prisioneros se les ofrece la conmutación de sus penas además de incentivos monetarios”, dijo esta semana la inteligencia militar británica.

Wagner recluta en las cárceles

El Grupo Wagner, conocido por su intervención en Siria y varios conflictos africanos, lidera el barrido por las cárceles. Esta misma semana emergió un vídeo en el que uno de sus representantes pasa revista a dos columnas de presos para informarles de la supuesta oportunidad a su alcance. “Solo buscamos tropas de asalto”, dice el representante de Wagner, identificado por el ‘Moscow Times’ y otros medios como Yevvgeny Prigozhin, el oligarca amigo de Putin que dirige el ‘ejército’ de mercenarios Wagner. “Nadie volverá a estar entre rejas”, añade en una larga letanía.

Durante el discurso les dice también que aquellos que deserten tras ser desplegados en el campo de batalla serán “ejecutados” y les informa de que se les darán dos granadas para que las utilicen en caso de ser capturados. “Yo os voy a sacar vivos de aquí, pero no siempre regresaréis con vida”, les dice el representante de Wagner. De acuerdo con la oenegé rusa Russia Behind Bars, dedicada a monitorear la situación en las cárceles del país, entre 7.000 y 10.000 prisioneros, incluido un hombre que fue condenado por canibalismo, han sido reclutados por Wagner desde principios de este verano.

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