Asun y les muyeres que tienen la sangre negra

"La sociedad minera era muy machista, las feministas tuvimos que palotiar mucho"

ASTURIANOS EN LANGREO: Asunción Naves

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Asunción Naves, presidenta y una de las doce fundadoras de la asociación cultural Les Filanderes. Nació en 1948 en Sama de Langreo y durante dos décadas presidió la asociación cultural Les Filanderes de Langreo, que nació para acercar la cultura a las mujeres y viceversa. Organizan actividades sociales, representaciones teatrales, lecturas dramatizadas, concursos literarios, presentaciones y tertulias.

–Bueno, mira, ya verás, un día fuimos las de la asociación a la Salle de Turón a hacer un encuentro intergeneracional. Sería sobre el año 2000 o por ahí. Los chavales de 14 o 15 años leíen sus textos y nosotres leíamos los nuestros. No tenían nada que ver. Volvían a repetir eso tan manido: elles hablaban de que refrescaquen por no sé qué mozu, que si les habían echado un piropo. En fin, no teníen arreglu. Volvíase a repetir la imagen de elles, les sumises, de ir con el noviu o el refresquín o lo que fuera. Y ellos, los machitos. Salimos de allí perplejes. Yo creo hay un rebrote de machismo en los institutos, están yendo p’atrás.

Habla Asunción Naves Peláez, nacida en Sama de Langreo en 1948, "en una familia de izquierdas". "Mi madre trabayaba con un familiar en el bar de Ramiro, en Sama, que estaba donde era el mercado de ganao, detrás de ‘la casa de los siete pisos’. Mi padre trabayó en Modesta. Después lu retiraron por enfermedad con el cincuenta y cinco por ciento, y trabajó en El Arrojo, en la línea Sama-Gijón. Era cobrador". Asunción Naves fue una de las doce mujeres fundadoras de la asociación cultural Les Filanderes, que presidió durante veinte años. Es una entidad, hoy presidida por Ludi González, creada el 8 de marzo de 1999 en la Casa de Cultura de Sama con el objetivo de "llevar a les mujeres a la cultura, llevar a les mujeres a los actos culturales, que era un espacio que, por entonces, no había en Langreo. Había asociaciones, pero de otro tipo". Son muchos años de reivindicación feminista:

"En el momento que tienes un compromisu social y políticu y ves lo que hay, acabes siendo feminista por definición. Por ejemplo, si ves que no hay divorcio, como pasaba en aquellos tiempos. En la dictadura era durísimo. A les mujeres que marchaben de casa y rehacíen su vida pintábenles de adúlteres. Los hombres, no; era amancebamiento. Y yo leí en su día que algunes de eses mujeres que habían rehecho su vida, si el marido les denunciaba, teníen pena de cárcel porque eran adúlteras. Y si alguna tuvo un hijo fuera del matrimonio, en la ficha del hijo, a la hora de ir a asentalu, aparecía solo como hijo de tal padre, no aparecía la madre. Eso chocará cuando lo cuento, pero si van a la hemeroteca y a los años 60 y 70, podrán leerlo como lo leí yo. Por eso te digo que la situación cambió como del cielo a la tierra, y creo que les feministes de hoy tienen que pensar un poquitín en les mujeres que les precedieron, que fueron muches y para conseguir muches coses tuvieron que arañales".

"Pero a pesar de que se avanzó mucho y se lograron muches coses, sobre todo cuando empezó la lucha contra la violencia de género, allá por 1999 (el detonante fue el asesinato de Ana Orantes), que fue cuando empezó todo esto a salir a la luz, los maltratos de las mujeres, todavía queda mucho. Todavía hay alguno un poco reticente en algunos centros, tanto a nivel judicial como a nivel de policía. No acaban de encajar lo que está pasando. Todavía esti verano hubo semanes que mataron a dos mujeres y dicen que no ye violencia de género".

"Los mineros eren machistas, muy machistas. La sociedad minera era muy machista, era muy cruda, muy ruda. Tú sabes que –o por lo menos oiríes contar– que había veces que, bajando en la jaula, empezaben a decise bromes pesaes unos a otros.Y alguna mujer, después de que salía el marido de la mina llevaba la tunda del siglo. Bromes del tipo: ‘Mira, la tu muyer tendió la ropa porque llama al querido’. Y coses así, ¿entiendes? Y otres coses más crudes, claro. Y había hombres que eso no lo llevaben y no se paraben a pensar. Y eso fue cruel. ¿Tú qué crees? La violencia hacia les mujeres no fue de los años 90, ya fue desde siempre, desde siempre. Por ejemplo, cuando era pequeña, yo oía decir: ‘Fulanito, cobró y gastó la paga, y llegó para casa y pegó-y a la muyer y a los fíos’. ¿Cómo gastaba la paga? Salía del pozu, cobraba, iba de farra, y cuando acababa les perres, iba para casa. Entonces, ahí ya veníen los problemas. Y problemas duros, además. Y de eso había mucho. Como también había mineros muy comprometidos y muy familiares, y que alternaben la mina con la ganadería y la huerta. Pero bueno, hay que hablalo todo, eh".

"Y cuando íbamos a protestar, cuántes veces nos mandaben a fregar pisos. Decíen: ‘Mejor íbais pa casa y os ponías a fregar. Eso a la orden del día. Yo, personalmente, tuve mucha suerte con el compañeru que elegí. Él pensaba, y piensa, más o menos como yo. Y nunca me puso una traba para salir a ningún sitiu. Llámase Onésimo Santana, trabajó en Telefónica, como yo al principio. Es hijo de minero y nieto de mineros. Llevo 51 años con él. Compenetrámonos muy bien. Siempre digo que en un matrimonio hay que dejar un espacio pa que cada uno pueda hacer sus cosas. Yo dejo-y el su espacio y él déjame a mí el míu. Pero luego estamos juntos".

"El carácter de la mujer en les cuenques ye un carácter fuerte y reivindicativo. Pero había que palotiar mucho, como se suele decir. Palotiábamos mucho desde la asociación. Tuvimos una presencia bastante grande. Conseguimos crear el Consejo de la Mujer en Langreo, conseguimos celebrar el 8 de marzo, concentraciones delante del Ayuntamiento… Como yo digo muches veces, somos mujeres de sangre negra porque somos todes, o la mayoría, hijes, nietes, esposes y hermanes de mineros. Entonces, en tu casa los problemas que se vivíen, eren unos problemas sociales efervescentes".

"Quiero decite que la importancia de las asociaciones de mujeres que había y hay en Langreo fue muy, muy importante, muy luchadora. Y creo que, día de hoy, a pesar de las nuevas incorporaciones, está un poco de capa caída, la verdad. Reúnense para el 25 de noviembre y para el 8 de marzo, pero lo demás está ahí un poco en standby. Hay problemas de relevo generacional. En la mía sí hubo relevo gracias a una persona que se implicó como Ludi González. Yo ya llevaba veinte años de presidenta y tres años queriendo dejalo".

"Les mujeres que la Cuenques tenemos un carácter forjado en el carbón, en la cosa de la mina. Y dufrante la reconversión, sobre todo lo que era la junta directiva de les Filanderes, íbamos a todas las manifestaciones y a todos los saraos. Y alguna vez nos tocó correr. Acuérdome de una que iba de tacones. Imagínate correr en tacones (risas)".