El perfil de los candidatos de Asturias: Diego Canga (PP), un apasionado de África, los animales y la guitarra de Eric Clapton

Justo antes de aceptar este reto, el de ser candidato del Partido Popular a la Presidencia del Principado, Diego Canga Fano viajó a África. A Chad, país en el que vivieron durante cinco años sus padres, para asistir a la graduación de una joven africana de nombre Sidonie, a la que le había pagado la carrera. Aquella "chiquilla pobre, pero con brillante cabeza" lo había conseguido: es médica y hoy trabaja en Médicos Sin Fronteras.

El cabeza de lista popular habla con orgullo y satisfacción de Sidonie, pero ni es la primera chica a la que ayudan económicamente ni será la última. Canga y su mujer, Pilar Roza, van todos los años a África y llevan apoyando a una decena de jóvenes en sus estudios.

–No es tan caro, solo hay que tener voluntad.

Por el continente africano, Diego Canga siente "pasión". No nació en Chad, como su hermana mayor, pero asegura que por su cuerpo corre el "gen africano". Ese vínculo especial con África Central se lo debe a su padre, Pepe, veterinario de profesión, que al acabar la carrera en León se fue a París a estudiar una especialidad de veterinaria tropical y eso le llevó a trabajar en las colonias africanas para el Gobierno francés. Eran finales de los 50, principios de los 60.

Canga nació el día de Navidad de 1964 en Oviedo. Sus padres –su madre, Pitu, era ama de casa– regresaron a Asturias en el 63. El que fue hasta el pasado noviembre alto funcionario de la UE está en el medio de dos hermanas. Estudió en los colegios Loyola y San Ignacio, y se pasaba el día jugando al baloncesto y tocando la guitarra; dos aficiones que todavía mantiene hoy.

Su abuelo fue veterinario, su padre fue veterinario... Y lo que se esperaba de él es que también fuese veterinario. Pero el joven Canga decidió estudiar Derecho en la Universidad de Oviedo y especializarse después en Asuntos Europeos en la Universidad Libre de Bruselas. Siendo ya alto funcionario de la UE, el popular volvió a sus raíces: a la agricultura, al medio rural, al campo, ocupando en los últimos tiempos el puesto de director del ámbito agroalimentario, en donde tenía a 85 empleados públicos a su cargo y manejaba un presupuesto de 700 millones de euros. El candidato del PP mamó desde guaje el amor por los animales y recuerda como si fuese ayer cuando acompañaba a su padre Pepe de cuadra en cuadra a poner vacunas. En la casa familiar siempre hubo perros. Primero vinieron dos de África, después llegó un samoyedo de Londres, luego otros dos samoyedos de Finlandia... Y ahora Canga y "Checha" son inseparables. Este pastor australiano de 4 años es "una más de la familia".

El líder regional de los populares lleva –o mejor dicho, llevaba– más años fuera que dentro de Asturias: 33 frente a 25. De ellos, 31 fueron en Bruselas. De su cabeza salió la idea de crear la asociación Compromiso Asturias XXI, que fundó en 2008 y que hoy es la mayor red de profesionales asturianos en la diáspora, con 1.554 socios presentes en 54 países. Después de tanto tiempo siendo un cerebro fugado, Canga decidió decir que sí a la propuesta de Alberto Núñez Feijóo y dejar su vida "confortable" en Bruselas para regresar a su tierra y pelear por la presidencia del Principado.

Con Tajani se guasapea

Desde la lejanía, dice, tenía la percepción de que las cosas no iban bien, pero ahora, después de haber recorrido 76 concejos –hoy alcanzará los 78– la fotografía que tiene de Asturias es aún "peor". En estas semanas "frenéticas" de precampaña solo ha visto "declive, soledad, envejecimiento y una juventud que se va". Él se fue y sus tres hijas, Paula, Lucía y Marta, de edades comprendidas entre los 32 y los 29 años, también se fueron.

El currículum de Diego Canga es abultado y quizá ya de sobra conocido. Un repaso rápido: tras un tiempo corto trabajando como abogado para la consultora Arthur Andersen, el ovetense entró pronto (en 1991) en la administración europea, en la secretaría general del Consejo adscrito a la dirección general de Política Social. A partir de ahí, comenzó su ascenso. Considera a Antonio Tajani, actual ministro de Asuntos Exteriores de Italia, su "maestro" en la política. Con él trabajó codo con codo: fue su jefe de gabinete en dos ocasiones; la primera cuando el italiano fue designado vicepresidente de la Comisión Europea encargado de Transportes, y la segunda, cuando fue nombrado presidente del Parlamento Europeo. Aunque sus agendas echan humo, se siguen guasapeando.

De su trayectoria profesional, de lo que más se siente orgulloso Diego Canga es de su mediación en el conflicto de la factoría gijonesa de Tenneco. La intervención de su jefe Tajani fue decisiva para evitar su cierre. Y eso que al asturiano le dijeron muchas veces que no lo conseguiría. Pero Canga es de los que se crece ante la adversidades. Y lo logró. Hay una calle en Gijón, con el nombre del italiano, que lo recuerda y que el candidato del PP la siente como propia. Gracias a esta lucha recibió en parte la Medalla de Plata del Principado, que le concedió el socialista Javier Fernández en 2018.

Hay quien ve en Canga demasiado ego. Sin embargo, quienes le conocen bien puntualizan: es orgullo. Orgullo por haber llegado tan lejos en la vida a base de "codos, esfuerzo y competir y competir". Nadie le regaló nada, tuvo que sudar la camiseta para construir todo lo que tiene. Cuando sus amigos salían de juerga, él estudiaba, y fue gracias a ese tesón por el que consiguió sacar las oposiciones en la administración europea con tan solo 25 años.

Diego Canga es hombre serio, trabajador y culto. Además del castellano, habla a la perfección cuatro idiomas: el inglés, el francés, el italiano y el alemán. También sabe algo de árabe. Sus padres, que practicaban el francés, le iniciaron rápidamente en los idiomas y con 10 años ya le dejaron dos meses solo en Irlanda. Durante los cuatro veranos siguientes hizo lo mismo y el resultado fue que a los 14, el pequeño Canga hablaba un inglés excelente.

Deportista y muy rockero

Cuando se quita el traje de candidato del PP, al ovetense le gusta hacer deporte y evadirse con la música. Corre, es una apasionado de la bici, juega al golf y de vez en cuando también practica el baloncesto de su niñez. Toca el piano y la guitarra. Canga es muy rockero y de las muchas estrellas que ha podido ver por Europa en conciertos se queda con uno: Eric Clapton tocando la guitarra, "flipante". La lectura es otra de sus pasiones y estas últimas semanas ha estrenado afición: leer antes de acostarse literatura asturiana.

Canga tiene muchos rincones preferidos de Asturias. Difícil elección, pero si se tiene que mojar por uno, dice: Covadonga. Visitar la Santina y subir a los Lagos es el plan perfecto. En los chigres es más de caña de cerveza y pincho de tortilla, aunque también le da al culín de sidra. Por la gastronomía asturiana siente debilidad. Hasta hace pocos meses, gestionaba todos los productos con denominación de origen de Europa. Son 3.300, de los cuales 11 son asturianos. Se los sabe de memoria y los dice de carrerilla. Pero... ¿qué pasa con la repostería? Canga es "un gran fan" y cree que está "infravalorada". Así que si se convierte en Presidente, y aprovechando que ya estamos en campaña, promete hacer de embajador por el mundo de los postres asturianos.

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