El accidente del autobús en la “Y” espera juicio al cumplirse 3 años de la tragedia

La defensa del chófer aguarda la respuesta al recurso presentado en diciembre del año pasado en el que reclamaba más pruebas

Intervención de Bomberos, Policía Nacional y Local y sanitarios durante el trágico accidente del pasado 3 de septiembre de 2018.

Intervención de Bomberos, Policía Nacional y Local y sanitarios durante el trágico accidente del pasado 3 de septiembre de 2018. / Mara Villamuza

I. G.

Hoy se cumplen tres años del brutal accidente de un autobús en el entorno de la autopista “Y” el que fallecieron cinco personas: Arcadio Suárez García, Senén Álvarez González, María Begoña Miranda Herrero, Ana del Pilar Tuya Santamaría y José Emilio Menéndez Díaz. Todo ocurrió después de que el vehículo de pasajeros se empotrara contra un pilar de un viaducto mientras se desarrollaban las obras de los accesos al Parque empresarial Principado de Asturias, más conocido como PEPA. Después de 1.095 días, de tres años, el caso aún está pendiente de una fecha de juicio y todo después de que la titular del Juzgado número 3 de Avilés diera por cerrada esa fase de investigación en diciembre de 2020.

En ese trágico accidente solo un viajero resultó ileso, el resto de pasajeros sufrieron heridas de diversa consideración y la mayoría de carácter grave. El conductor perdió una pierna en el fatal accidente. En el dictamen, la magistrada concluyó que el conductor pudo haber cometido cinco delitos de homicidio y 14 de lesiones por imprudencia grave. El abogado defensor del chófer de aquel fatídico accidente planteó entonces un recurso a la decisión porque “hacen falta más pruebas” ya que “Fiscalía solo va contra el conductor y no menciona ni a los encargados de la carretera ni a los médicos que autorizaron al chófer” para pilotar ese autobús. En definitiva, el caso sigue pendiente de juicio y el recurso planteado por la defensa sigue sin resolverse.

Cuando el defensor del conductor apela a los facultativos se refiere a los problemas médicos del chófer ya que tres años antes del accidente, en 2015, el ahora investigado llegó a estar de baja laboral por un ataque epiléptico, sin embargo, en febrero de 2016 se le consideró “apto” y volvió a su puesto de trabajo como conductor de autobuses. Según el auto judicial fechado en diciembre de 2020, el conductor “sufrió pérdida de consciencia y agarrotamiento muscular, compatible con una nueva crisis epiléptica”. El autobús, también recogido en el auto, recorrió aquel trágico 3 de septiembre de 2018, 530 metros “sin modificar el giro de la conducción y manteniendo una aceleración constante”.

Ese día que ha quedado grabado en las páginas más negras de Avilés y de Asturias, el conductor cubría la ruta Cudillero-Gijón. En torno a las 13.30 salió de Avilés con 21 personas a bordo. Diez minutos después se desató la tragedia. El autobús se salió de la vía en el acceso a la autopista desde Avilés y colisionó frontalmente contra el pilar de un viaducto.

Los afectados, las familias de los cinco fallecidos y los otros 14 pasajeros heridos en la colisión del autobús han recibido como mínimo la indemnización por la responsabilidad civil. Además, al menos dos de los familiares de los finados, percibieron cantidades que rondan los 80.000 euros en concepto de indemnización del seguro obligatorio de viajeros.

El Código Penal recoge condenas de entre uno y cuatro años de cárcel para los delitos de homicidio por imprudencia grave y de entre tres meses y tres años para los casos de lesiones por imprudencia grave.

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