Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo: El medallero azul

Un buen resultado en La Rosaleda alargaría el medallero azul esta temporada: una racha de récord y seguir posicionándose para títulos individuales como el “Pichichi” y el “Zamora”

Ziganda animando a su equipo

Ziganda animando a su equipo / Julián Rus

El oviedismo, en cuerpo y/o en espíritu, ya está en Málaga para afrontar uno de los cuatro pasos que le quedan camino de amarrar una promoción que estará cara, pero en la que los del Cuco Ziganda les sacan ventaja en la clasificación y en las sensaciones a sus rivales. Un buen resultado en La Rosaleda alargaría el medallero azul esta temporada: una racha de récord y seguir posicionándose para títulos individuales como el “Pichichi” y el “Zamora”.

Pero en esta competida división hay que estar preparados para todo, incluso para que un equipo perdido en el fondo de la tabla te dé algún susto. Este es otro de los retos a los que se enfrenta Ziganda junto al de mantener al equipo enchufado y alejado de la euforia: saber gestionar la derrota cuando se produzca. De caer el resultado en el lado malo de la balanza, el jefe del vestuario azul seguro que ya tiene un plan previsto una vez que hace dos meses que el Oviedo no sabe lo que es perder.

Pero pase lo que pase en Málaga, los azules seguirán una jornada más en play-off hagan lo que hagan sus perseguidores dado que tienen ganado el goal-average a la Ponferradina, ahora mismo la principal amenaza carbayona. A estas alturas de temporada tener la posibilidad de poder fallar es otra muesca en el medallero capitalino. Y siempre que se dé por hecho que los aspirantes lo ganarán todo, que esa es otra. Por eso, lograr botín en La Rosaleda acercaría el premio todavía más.

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