Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: La primavera del ventilador

La crisis del Sporting, las necesidades del Oviedo y una más de Rubiales

La Guardia Civil registra la casa de Granada de Luis Rubiales, que está fuera de España

La Guardia Civil registra la casa de Granada de Luis Rubiales, que está fuera de España / Agencias

Arranca la semana y a ambos lados del Potomac buscan explicaciones a lo sucedido este fin de semana. En Gijón se culpa de la crisis –sí, ya es un crack del 29 en toda regla–, por ejemplo, a los cambios de nombres en el once inicial que cada domingo ejecuta MAR. Cuando la pelotita entraba, el canario era un grande de Esssssspaññaaaa porque sabía mantener a todos enchufados y daba igual quien entrara.

Ahora que al Sporting se le ha instalado sobre la cabecita la nube con el rayo del cenizo, el problema es que Ramírez marea a los jugadores. Ley de vida y del fútbol. Todo podrá cambiar el sábado si la muchachada paga su mal humor con el Racing de José Alberto. Debería ser uno de esos partidos que reenganchan a la tropa, ya que los cántabros aseguran espectáculo allí por donde van. Son los más goleadores de la categoría, por delante de favoritos como el Leganés, el Espanyol o el Eibar. Una de las dudas será ver cómo recibe El Molinón al equipo después de la semana de los pitos y las flechas voladoras con efecto bumerán.

Mientras, a 28 kilómetros empieza a apretar la sensación de que siempre se falla en el peor momento. La visita del Villarreal B, en crisis, es de esos partidos en los que no hay lugar para las excusas. Los azules necesitan sí o sí los tres puntos para afrontar con garantías de éxito el complicado calendario que tienen por delante.

Por lo demás, amiguinas y amiguinos, ahí fuera sigue tronando alrededor de la Federación que nos dejaron el honesto Rubiales y su círculo. Ahora algo pasa con las apuestas y la forma que tuvo el organismo en fase de descomposición de afrontar cuestiones como la publicidad que hacen algunos "furgolistas" de las casas de apuestas, esos negocios que proliferan fundamentalmente en barrios obreros, que se decía antes. Se está quedando una bonita primavera en la que el ventilador ha comenzado a funcionar a tope, ¿oyisti, güey?

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