Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Viajes para solo hacer amigos

El Sporting sigue negado lejos de El Molinón y pone en peligro el play-off, mientras que el vestuario del Oviedo pide ser más malvados

Pésima jornada para los dos grandes de la madreñina "furgolística". El Sporting de MAR cerró el fin de semana con una visita a Lezama para ser golpeado en la boca del estómago por el Amorebieta, todo un colista de la categoría que lo dejó de ser gracias a las facilidades de los rojiblancos. Algo pasa por esas cabecitas de los jugadores del Sporting cuanto tienen que hacer las maletas y abandonar la zona de confort de El Molinón. Los que saben de esto dicen que a los gijoneses les está costando controlar los nervios y la ansiedad porque ven que igual se les escapa un tren en el que llevan casi toda la temporada subidos. Ya son cuatro salidas consecutivas en las que el Sporting solo hace amigos, que no está mal en estos tiempos de la dictadura del "buenrollismo" y lo políticamente correcto, pero lo que vale en el "fúrgol" son los goles, que es el único camino para conseguir puntos.

Ya lo viene advirtiendo hace un tiempo MAR, no se sabe si por convencimiento o por exigencias del guion: sin victorias fuera de casa será muy difícil entrar en el play-off. Y, ojo, que llegan las famosas últimas diez jornadas de las que siempre hablaba Aragonés y se suman cada vez más candidatos a optar a una de las plazas de promoción. Ahora el resucitado parece ser el Levante que entrena Felipe Miñambres. Los valencianos ya están a un punto del Oviedo y a dos del Sporting.

Sin olvidarnos del sorprendente Racing de Santander, próximo rival de los rojiblancos. JAL suele liarla cada vez que vuelve a casa. La semana de los pitos y las flechas acabó como acabó, así que a ver lo que ocurre si un ex le mete el agua en casa al Sporting, que la tropa anda con un cabreo fino. Mientras, desde la casa azul Cazorla pide ser algo más malvados de cara a lo que resta de curso. Diez jornadas en las que no habrá amigos, por mucho que algunos se empeñen, ¿oyisti, güey?

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