Entrevista | Chema Martínez Historiador, presenta un libro sobre San Cucao

"San Cucao tiene un gran potencial de futuro, con una riqueza etnográfica enorme"

"Aquí llegó a haber desde 1900 un total de 29 sastres y modistas, 40 paneras, 65 hórreos, cinco fraguas, nueve molinos y 54 fuentes"

Chema Martínez, con un ejemplar de su nuevo libro. | R. L. P.

Chema Martínez, con un ejemplar de su nuevo libro. | R. L. P. / Luján Palacios

Luján Palacios

Chema Martínez es historiador y uno de los mejores conocedores del concejo de Llanera, al que dedica numerosos estudios. Uno de los más recientes verá la luz este mes de septiembre bajo el título "San Cucao de ayer a hoy". Las cifras de la parroquia desde 1900 hasta la actualidad recopiladas por Martínez, que también ha sido el último pregonero de los Exconxuraos, son muy llamativas. "Hubo 29 sastres y modistas, 272 viviendas con 768 habitantes, 40 paneras, 65 hórreos, 5 fraguas, 29 llagares, 11 potros de ferrar, 9 molinos, 54 fuentes, 25 carpinteros, 44 lecheras y 13 bares", todos ellos en San Cucao, y todos ellos reflejados en el trabajo del erudito.

–¿Cómo surge este libro?

–Cuando se formó la asociación de vecinos en 2018, una de las actividades que los socios propusieron fue la de conocer los pueblos de la parroquia. Programamos una ruta por diferentes núcleos, preparando documentación sobre cada uno de ellos, y hubo muchísima participación. La gente quedó contenta y yo me di cuenta de que para mí había cosas completamente desconocidas que estábamos descubriendo al lado de casa, con numerosos atractivos. De ahí que ahora lo haya recopilado todo en este libro.

–San Cucao es una parroquia muy variada...

–Efectivamente, es una de las más importantes de Llanera, la más importante, posiblemente, en cuanto a antigüedad. Aquí hubo de todo, en todos los sentidos, con una riqueza patrimonial y etnográfica muy importante. Lo que pasa es que como estamos acostumbrados a convivir con hórreos con tallas del siglo XVI, no le damos la importancia que tiene.

–¿Es una forma de preservar esa historia?

–Sí, porque hay muchas cosas que hoy día ya están casi en una nebulosa. Si pasa una generación más, probablemente desaparecerían, y por eso he querido hacer una especie de radiografía o inventario, en el sentido de que trato de reflejar todo lo que hay en la parroquia y de registrar qué es lo que hay, cómo llegó a ser así y en qué estado se encuentra en la actualidad.

–¿Qué pondría en valor de entre toda esa variedad?–

Sobre todo, la gran riqueza etnográfica de la parroquia, que además está muy cerca de Oviedo pero ha conservado hasta hace poco su carácter rural. La transformación que se produce desde la década de 1970 hasta ahora es evidente: hoy día somos una parroquia residencial con ganaderías industriales, con vecinos que trabajan a distancia, con industrias pequeñas relacionadas con el campo... Eso es también lo que refleja el libro, cómo hemos cambiado desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

–¿Algún elemento singular que sea obligado conocer en San Cucao?

–Tenemos la Torre de San Cucao como edificio emblemático con orígenes en el siglo XV. Aparte de eso, las torres de Villanueva, o una joya arquitectónica a la que apenas damos importancia porque la conocemos de toda la vida: la capilla de Villanueva, que es del siglo XI. No tiene mucha decoración, es un románico rural muy básico, pero es un tesoro capital de la parroquia. Y después están los paisajes, tenemos un territorio mucho más quebrado que la zona de Lugo y la gran planicie, que hace que haya más variedad. Contamos con una gran cantidad de caminos perfectos para hacer recorridos, tenemos los Covarones, que tan de moda se han puesto y que para los vecinos de Agüera han formado siempre parte de su vida.

–¿Estamos ante un tesoro turístico por descubrir?

–San Cucao tiene el potencial turístico que se quiera. Contamos con hórreos, paneras, tenemos historia, tenemos una iglesia de las más bonitas, y también hay cosas camino de desaparecer y proyectos que no llegaron a consolidarse, como el del palacio de Cañe, que está a punto de caerse tras varios proyectos truncados por las crisis sucesivas de los últimos 15 años. Y disponemos de un montón de paneras de lujo, sin querer destacar a ninguna por encima de las demás, pero son verdaderamente maravillosas.

–¿Cómo ve el futuro de San Cucao?

–Esta parroquia tiene mucho potencial, es un lugar idóneo para que la gente pueda teletrabajar desde un entorno rural, y para eso necesitamos infraestructura de comunicaciones adecuada. Ya tenemos vecinos que están haciéndolo con nosotros. Y somos una parroquia residencial por la cercanía con Oviedo, Gijón y Avilés, a diez minutos de la autopista. Es un lugar con muchas posibilidades, con un futuro prometedor favorecido por nuestra ubicación.

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