El Sporting no quiere dejar nada al azar con vistas al decisivo encuentro de Pamplona ante el colista Osasuna. La plantilla tuvo ayer una larga sesión en régimen de concentración en Mareo. Por la mañana, a puerta cerrada, los futbolistas trabajaron los aspectos tácticos a las órdenes de Rubi. Tras comer en Mareo, la plantilla cultivó su espíritu y su autoestima con una sesión de trabajo con el coach Richi Serrés. El catalán, como suele ser su costumbre, siguió junto a Nico Rodríguez el entrenamiento vespertino para ver las evoluciones de los futbolistas. En este tramo final de la competición, el aspecto anímico y el psicológico cobran una especial trascendencia y no se quiere dejar ningún cabo suelto. Todos los estamentos del club están pendientes de lo que suceda en la tarde del sábado en El Sádar, donde el Sporting buscará dar un paso de gigante en sus opciones de conseguir la permanencia. La jornada parece propicia con dos difíciles salidas para sus rivales más directos, Granada y Leganés que juegan ante Sevilla y Villarreal respectivamente. El Sporting jugará sabiendo sus resultados.