Baterías, el nuevo músculo industrial que asoma en Avilés

La finalización de los trabajos de demolición para habilitar una gran área empresarial y logística de 200.000 metros cuadrados activa la cuenta atrás para su comercialización

Estado del suelo de Baterías con el gasómetro indultado al fondo y el edificio de los antiguos almacenes generales de Arcelor a la izquierda. | Ricardo Solís

Estado del suelo de Baterías con el gasómetro indultado al fondo y el edificio de los antiguos almacenes generales de Arcelor a la izquierda. | Ricardo Solís / Marián Martínez

Covadonga Jiménez

Covadonga Jiménez

Los casi 90 metros de altura de la chimenea número 5 de Baterías de coque de Avilés que cayeron a plomo el pasado 16 de septiembre en apenas 12 segundos marcaron el inicio de siete meses que darían un vuelco para siempre al perfil industrial de la ciudad. Y son, al mismo tiempo, el inicio de una nueva reconversión. Los horizontes empresariales que se abren tras la descontaminación del suelo de las Baterías y la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permitirán avanzar en la planificación y comercialización de un suelo que está llamado a ser el nuevo músculo industrial de Avilés.

Los 200.000 metros cuadrados disponibles para uso industrial y logístico han convertido en pasado una de las grandes instalaciones de la siderurgia española cuando la sociedad Ensidesa se constituyó en 1950 localizando su actividad en terrenos de los concejos de Avilés, Corvera, Gozón y Carreño.

"Ya hay empresas que han mostrado interés en ese suelo", confirmó la consejera de Industria, Nieves Roqueñí, hace apenas un mes, "pero aún es pronto para hablar de acuerdos concretos".

Es sabido, como publicó este diario, que la nave de almacenes generales –único edificio que ha quedado en pie junto con el gasómetro– ha sido objeto de consulta a Sepides, entidad que garantiza "precios competitivos" y soluciones a la carta para los proyectos que opten al suelo. Signo de identidad de la ciudad es el desarrollo de nuevos materiales basado en nuevas tecnologías y así se prevé que seguirá siendo con el desarrollo del nuevo parque de Baterías.

A través de este espacio llegarán las nuevas oportunidades empresariales a la ciudad, los inversores y también nuevos proyectos que irán cogiendo velocidad a medida que se vayan concretando la distribución de este ámbito para dar cabida a sectores estratégicos que potencien el tejido empresarial, económico y social. Solo en la demolición, el paso previo para poder iniciar la puesta en el mercado del suelo, han trabajado 63 personas, y en los momentos de máximo esfuerzo las obras llegaron a contar con la colaboración de hasta 110 personas.

Fruto de las 278.000 horas de trabajos realizados, con seis máquinas trabajando cada día simultáneamente en las obras, se han retirado hasta 245.000 toneladas de residuos valorizados, otras 7.490 toneladas de carbón además de las 39.000 de chatarra férrica y 163 toneladas más de amianto.

Cuando la primera de las tres torres de carbón de Baterías se desplomó el 1 de octubre, en los apenas siete segundos que los técnicos dieron en definir como una operación limpia, extrabajadores de la planta rememoraron, con cierta nostalgia, lo que era trabajar en una instalación "cuestionada, pero marcada por el compañerismo".

Lo siguiente que vendrá no serán obras impresionantes y campanas neumáticas, porque lo que verá la marisma desecada en los años cincuenta serán nuevos "inquilinos", vinculados, previsiblemente, al ecosistema local de innovación. Por delante quedan varios meses para poner nombre y apellidos a quienes darán potencia muscular al parque empresarial de Baterías. El gobierno local ha dicho que busca una industria potente y generadora de empleo. La discreción manda en esta etapa, pero ya se aprecian movimientos.

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