Arte

El Museo Casa Natal de Jovellanos acoge la obra de Navascués y Álvarez-Sala por su 50.º aniversario

"Emigrantes" (boceto), de Ventura Álvarez-Sala

"Emigrantes" (boceto), de Ventura Álvarez-Sala

Luis Feás Costilla

Luis Feás Costilla

No todo va a ser colgar cuadros torcidos. En el Museo Casa Natal de Jovellanos de Gijón, que este año celebra su quincuagésimo aniversario, también se escribe con renglones bien rectos y se cumple con la que es su misión principal, preservar el patrimonio del municipio e incrementarlo mediante compras, legados y donaciones hasta lograr un importante fondo relativo a los artistas locales y asturianos. En la configuración de este archivo hay hasta un programa centrado en la recuperación y estudio de la documentación generada por estos artistas, con material de carácter bibliográfico, documental, gráfico y museográfico, que recientemente ha iniciado su volcado en la red.

El Archivo de Artistas, que a día de hoy abarca treinta y dos autores, entre ellos Nicanor Piñole, Orlando Pelayo, Antonio Suárez, Amador, Joaquín Rubio Camín, Rodolfo Pico, Josefina Junco, Francisco Fresno o Pelayo Ortega, se puso en marcha en 1990 con la adquisición de un lote de documentos de José María Navascués a su viuda, Carola Granada Vigil-Escalera. El archivo de Navascués (1934-1979) está formado por dibujos preparatorios, bocetos, diseños, planos y unos cuadernos en los que se mezclan notas de agenda, meditaciones teóricas y estudios para proyectos escultóricos. Cronológicamente abarca desde su formación en Madrid en los años cincuenta hasta su desafortunado fallecimiento y se trata de un fondo de consulta imprescindible para adentrarse en el proceso creativo de este gran artista, figura principal de la colección del Museo Jovellanos y de la historia no sólo de la plástica asturiana, sino nacional.

La escultura "No sabemos cuándo va a comenzar", de Navascués.

La escultura "No sabemos cuándo va a comenzar", de Navascués.

La exposición “Señales identificables” presenta una selección de estos materiales y otros procedentes de un reciente depósito de los herederos de Navascués. Junto a los cuadernos, se ha dado especial relevancia a la obra sobre papel de la segunda mitad de los años setenta. Los dibujos relacionados con sus últimos pilotos, los gestuales inmediatamente posteriores, las delicadas series “Simas” y “Territorios” o la obra gráfica “Díptico” y “Para una desorganización de ciertos datos”, todos ellos realizados en el breve espacio de tiempo comprendido entre 1976 y 1977, dan cuenta de “un dinámico ritmo creativo que culmina en las maravillosas tintas con aerógrafo tan características de su última etapa”, como señala la especialista Mercedes Menéndez. Calidades aparte, destaca por su curiosidad el atlas de imágenes del centro de la sala, que cartografía sus intereses artísticos y es muestrario de las inquietudes de su tiempo y de sus códigos generacionales.

La centralidad de Navascués en la colección del Jovellanos se renueva, además, con la reciente adquisición de la escultura “No sabemos cuándo va a comenzar”, obra clave en su trayectoria, que abrió una vía fecunda a la figuración crítica tan personal que desarrolló en sus “armas” y “armaduras” y en las esculturas-muebles subsiguientes. Presentada en la Galería Tassili de Oviedo en 1974, obedece a un momento creativo brillante, muy bien recogido en el Museo Jovellanos, que va entre las experiencias de “Eros”, “Contactos” y “Cajas de resonancia” y las finales “Cascada”, “Impregnación-Saturación” y “Madera+color”, serie esta última que lo ocupó hasta su muerte. Ahí están los reflejos post sesentayochistas en los que se mezclan el estructuralismo, la semiótica, el pop, la nueva figuración o el arte normativo, tratados con una refinadísima técnica dibujística y escultórica.

"Personaje con pistola", de José María Navascués.

"Personaje con pistola", de José María Navascués.

Dentro de las actividades del cincuentenario, el Museo Casa Natal de Jovellanos también acoge una exposición dedicada al pintor gijonés Ventura Álvarez-Sala, del que en 2019 no se celebró el ciento cincuenta aniversario de su nacimiento y centenario de su muerte. La selección, centrada en lo esencial, pone el acento en el programa de exposiciones temporales celebradas en el museo desde los años setenta, iniciado con el ciclo monográfico Pintores Asturianos. El cuadro “Pescadoras de marisco”, pintado para la Exposición Nacional de 1912, forma parte de la colección municipal desde 1932 y constituye un referente del Museo Jovellanos desde su inauguración.

Álvarez-Sala concurrió a todas las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes que se celebraron entre 1892 y 1915. Su obra se situó en el horizonte del naturalismo, del que fue uno de sus más destacados cultivadores en España. En sus envíos acertó a definir un tipo de obra de grandes dimensiones ambientada en los alrededores de su Gijón natal, en la que representaba escenas cotidianas de marineros, pescadores, campesinos y emigrantes. Muchas de estas pinturas, que fueron consiguiendo premios hasta alcanzar medalla de primera clase en 1915, acabaron pasando al Prado y hoy están depositadas en museos como el Bellas Artes de Asturias o el de Zaragoza, que los han cedido. La única ausencia, justificada por motivos logísticos, es la del cuadro “Emigrantes”, conservado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que se suple con dos interesantes bocetos prestados por coleccionistas particulares gijoneses.

Señales identificables. El archivo de Navascués

Ventura Álvarez-Sala (1869-1919). El horizonte del naturalismo

Museo Casa Natal de Jovellanos, plaza de Jovellanos s/n, Gijón. Hasta el 3 de octubre.

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