En territorio comanche

La opinión sobre la ciudad deportiva del Oviedo y el Sporting: Los mocasines de Pachuca

El barro fue uno de los protagonistas mudos en Latores: ese barro que hace unos años estuvo a punto de tragarse al Oviedo y sobre el que ahora la institución, que diría Sergio Egea, levantará la factoría de futbolistas alrededor de la que Pachuca quiere desarrollar un proyecto de futuro que debería devolver al equipo a Primera

Jesús Martínez en la presentación de los terrenos de Latores para la nueva ciudad deportiva del Real Oviedo

Jesús Martínez en la presentación de los terrenos de Latores para la nueva ciudad deportiva del Real Oviedo / LUISMA MURIAS

Pablo González

Pablo González

Simbolismo puro en el primer acto en la finca de Latores en la que se levantará la nueva ciudad deportiva del Real Oviedo, pequeñita, pero muy moderna, anuncian desde la casa azul sobre el primer gran proyecto del Grupo Pachuca en la ciudad. Y es que el barro fue uno de los protagonistas mudos en un acto que contó con la presencia de casi todas las fuerzas vivas de la capital.

Ese barro que hace unos años estuvo a punto de tragarse al Oviedo y sobre el que ahora la institución, que diría Sergio Egea, levantará la factoría de futbolistas alrededor de la que Pachuca quiere desarrollar un proyecto de futuro que debería devolver al equipo a Primera después de tantos años por los sótanos del "fúrgol" patrio. El propio Jesús Martínez, del brazo del Alcalde, bajó a ese barro, que hizo de las suyas con los mocasines Fendi del patrón, al que se vio muy emocionado.

Mientras, a 28 kilómetros, la idea es muy parecida a la de Pachuca, aunque en este caso lo que se está haciendo es una reforma integral de Mareo, donde, por ejemplo, se están arreglando los campos de entrenamiento. Cuestión que nuestro queridísimo MAR, con #hashtag o sin él, utilizó como percha para introducir una reflexión sobre la situación estructural del Sporting que se ha encontrado Orlegi, y en la que tiene toda la razón.

Si el barro bajo los pies de los que se patean Mareo se lleva tragando temporada tras temporada ideas, proyectos, entrenadores, directores deportivos, jugadores… será que algo venía fallando. Todo muy cierto, pero... Es la otra cara de la moneda de trabajar para un club con 20.000 socios, una dilatada historia y una estrechísima vinculación sentimental de las gentes con el equipo que para muchos es una religión con barro, sin barro, con mocasines o sin ellos. Pero seguro que eso a MAR ya se lo habrán explicado. O no, ¿oyisti, güey?

Suscríbete para seguir leyendo