Opinión | Varadero de Fomento

Sumidos en la niebla

Falta acción política en la ciudad y en la provincia

El desnortado grupo municipal del PSOE gijonés pide a la Autoridad Portuaria de la localidad que haga caso a las asociaciones vecinales de la zona oeste. Es como si este alegre grupo de concejales no se hubieran percatado que la administración de un puerto de interés general es una cosa muy seria: no deben sus directivos perder el tiempo con diletantes ni aficionados al bullicio social y reservar sus negociaciones con los legítimos representantes de la ciudadanía, es decir, con los mandatarios municipales y los representantes de las demás administraciones públicas. No han aprendido todavía del todo a hacer oposición este grupo socialista de la villa y su concejo que nos ha tocado suerte. De este modo, la vacía gestión del bipartito entre Foro y PP pasan por la vida como si fueran unos mandamases normales y no unos de gestión ausente de contenido y sustancia.

No es que por la administración regional anden mucho mejor. Las carencias se suplen también con maniobras de distracción. La más grande hasta ahora es la de cooficialidad del pizpireto dialecto asturleonés que nos quieren convertir nada más y nada menos que en lengua cooficial. Eso es lo que nos tiene que ofrecer en materia legislativa el hombrín de Laviana instalado en Suárez de la Riva. Es una gran pena y será una pérdida importante de recursos económicos y de convivencia social. Esperemos que tenga corrección el error en la vía parlamentaria y que los populares mantengan la oposición a tamaño dislate no dando sus votos, y por tanto cegando la imprescindible mayoría cualificada de los veintisiete diputados necesarios para la aprobación de una mayoría cualificada que permita la imprescindible reforma estatutaria.

No tiene nada este Gobierno regional para enseñar y es triste que esté dispuesto a soltar entre ochenta o cien millones de machacantes, para empezar, en la aplicación de una cooficialidad lingüística. Cierto que el PSOE asturiano tiene en su cuerpo doctrinal, es decir, en sus decisiones congresuales, lo de la imposición del bable; pero le faltan indios que voten en la Junta y sería harto extraño que el PP saliera en ayuda del hombrín en sus deseos de estropear un poco más esta tierra asturiana.

Miremos por donde lo miremos, nuestras dos administraciones más cercanas están desvanecidas en la niebla administrativa, son equipos inanes de gobierno: no hay dirección política en ninguno de los ámbitos ni en el local ni el provincial. Hay un cuerpo de funcionarios que mantienen la maquinaria en marcha, pero sin soplo político alguno, lo que a estas alturas uno ya no sabe si es bueno, es malo o mediopensionista. De momento, confiemos en que decaiga este último embate bablista,

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