Opinión

El homenaje a las Fuerzas Armadas

La declaración de profesión de riesgo y la mejora de las retribuciones, deberes pendientes con el Ejército

Este próximo fin de semana se conmemora, un año más, el día de nuestras Fuerzas Armadas, y los asturianos estamos de celebración, ya que Oviedo tiene el honor de albergar en sus calles este merecido homenaje.

Cerca de Oviedo, contamos en Asturias con el acuartelamiento del Cabo Noval, en homenaje a Luis Noval, un ovetense que falleció en la guerra de Melilla tras haber sido hecho prisionero por los rifeños, negándose a emboscar a sus compatriotas.

Nuestro acuartelamiento es la base, desde el año 1977, del Regimiento de Infantería "Príncipe" número 3, cuyos orígenes se remontan a Carlos I, Rey de España de 1516 a 1556 y Emperador de Alemania de 1519 a 1556. Este Regimiento estuvo en Lombardía hasta 1537, y tras su licencia, fue rehabilitado como Tercio Ordinario del Estado de Milán, para guarnecer el milanesado.

Podemos sentirnos orgullosos de contar en nuestra comunidad autónoma con más de un millar de valientes, que día tras día velan por la seguridad de nuestro país y la de todos nosotros.

Y es que, el ejército no es sólo armas, es mucho más, es también la Unidad Militar de Emergencias, las misiones de paz, tanto en el marco de la OTAN como de las Naciones Unidas, es disciplina, es sacrificio, son meses sin ver sus familias por proteger a las nuestras. Deberíamos avergonzarnos de que, en el año 2024, la de militar aún no esté calificada como profesión de riesgo.

Los soldados del acuartelamiento asturianos han participado en innumerables misiones humanitarias. Por ejemplo, en 1995, bajo el paraguas de la ONU, se colaboró en la antigua Yugoslavia; en 2000 y 2002, en el marco de colaboración con la OTAN, también realizaron misiones humanitarias en Kosovo. Pero también han dado lo mejor de sí mismos en Afganistán, Irak, Líbano, Senegal, Mali o, en fechas relativamente recientes, durante el confinamiento por la Covid19 realizando labores de vigilancia y desinfección, así como la gestión de la zona de triaje de infectados en el Hospital Universitario Central de Asturias.

Con todos estos méritos, el Partido Popular propuso la Medalla de Asturias de 2024 para el Regimiento "Príncipe", pero la iniciativa fue rechazada en la Mesa de la Junta General del Principado con los votos contrarios a la medida de PSOE e IU. Esperemos que se abandone el politiqueo de visión corta y que se rectifique en un futuro, para darle al Príncipe nº3 el reconocimiento de la sociedad asturiana que merece.

Ante los desafíos que nos podemos encontrar en Europa en este siglo XXI, la verdadera defensa será llevada a cabo, una vez más, por nuestros militares. Los que nunca protestan, los que no preguntan por el peligro de una misión, sino a dónde hay que ir, los que cada día nos hacen sentirnos orgullosos de compartir una misma patria.

Tenemos dos deberes pendientes para con nuestras Fuerzas Armadas: llegar a una declaración de profesión de riesgo y mejorar sus retribuciones, ya que el salario actual, sobre todo de nuestros soldados, se ha quedado excesivamente desfasado en relación con su trabajo y responsabilidad.

Por último, quisiera recordar a todos los militares en general que son un motivo orgullo para todos los españoles, y concretamente, quiero aprovechar estas líneas para decírselo también a mi hijo, que eligió una de las profesiones más nobles que puede tenerse. Estoy orgulloso de ti.

Suscríbete para seguir leyendo