Asturias, una oficina natural con buen tiempo que sirve de "refugio climático" para teletrabajadores

Las altas temperaturas estivales del país convierten al Principado en uno de los destinos preferidos por las personas que trabajan de manera remota

Víctor Gómez Estébez teletrabajando desde la playa

Víctor Gómez Estébez teletrabajando desde la playa

Marta Cercadillo

“Trabajo” y “vacaciones” tienen significados tan opuestos que parece casi imposible poder juntarlos ya no solo en una misma frase, sino en una misma palabra. Sin embargo, desde que el coronavirus modificó por completo la rutina de numerosas personas hace ya tres años, el concepto “workation” (mezcla de las palabras en inglés para "trabajo" y "vacaciones") se ha convertido en la nueva palabra de moda en la época estival. Bien lo saben Mónica Flores Márquez y Miguel Ángel García Argüelles. Este matrimonio reside durante el año al norte de Madrid, en la población de Colmenar Viejo, pero en verano, cuando las altas temperaturas madrileñas empiezan a apretar, hacen de Laviana su casa y oficina. Tanto ella, que es traductora y profesora de inglés de negocios, como él que es un experto en telecomunicaciones, coinciden en que Asturias tiene unas "condiciones excepcionales" que la convierten en "el lugar ideal para teletrabajar" en verano.

"El verano de la pandemia pasamos en Laviana los meses de julio y agosto. Después del confinamiento nos apetecía estar en un lugar donde se pudiera salir y donde hubiera vida", explica Márquez mientras disfruta, desde la ventana de su casa, de las vistas de una plaza a rebosar porque "a pesar de haber llovido, hay gente en la calle". "Buscábamos un sitio para poder combinar la vida profesional y la vida laboral, y Asturias ofrece todo eso y más", añade. Y es que para esta "hija de multinacional" nacida en Madrid que es "un poco de allí y un poco de allá" y que ha vivido en Estados Unidos, Bélgica, Inglaterra y México, no hay debate. "Estoy enamorada de Asturias desde el primer momento. La gente siempre ha sido muy acogedora, por no decir nada de los paisajes, de la gastronomía, de la historia, de la cultura, y muy importante, del clima", concluye.

A juicio de su marido, el lavianés Miguel Ángel García, la mejora de las telecomunciaciones ha "puesto la guinda del pastel" a un enclave ideal. "Es viable que cualquiera teletrabaje aquí, en el paraíso natural. A pesar de la complejidad de su orografía y su ruralidad, gracias a programas como Único Demanda Rural, allí donde no llega la banda ancha por medios terrestres, llega ya por satélite con 100 megas por segundo", indica. García, además, se muestra confiado en que la anunciada llegada del AVE al Principado complemente a la conectividad universal de Internet la conectividad terrestre, de manera que más gente pueda percatarse de que "Asturias es ya un diamante pulido tanto para asentarse de forma pernamamente como para teletrabajar durante un determinado periodo".

Una de esas personas que ya se ha dado cuenta de ello es la bilbaína Ava Hocsem (nombre artístico) que, tras haber desarrollado gran parte de su carerra profesional en Bilbao y Londres, y haber pasado por Luarca y Tapia de Casariego, decidió afincarse en Gijón hace siete meses para teletrabajar para una empresa holandesa de moda. "Vine aquí porque hay calidad de vida y un entorno natural maravilloso. Es una ciudad cómoda y segura, la energía de la gente es genial, hay muy buena conexión a Internet, los precios de los alquileres son asequibles y el clima me gusta muchísimo", dice Hocsem, que asegura que Gijón es "claramente una de las mejores ciudades europeas para vivir". Y es que, con el cambio climático complicando la meteorología en toda España, "Asturias es ya un refugio climático". "Algunos sitios que antes eran paradisíacos actualmente alcanzan unas temperaturas que te hacen sentir incómoda. Y eso hace que cada vez más gente esté interesada en venir, aunque sea unos pocos meses", apuntilla Hocsem.

O, en el caso de Víctor Gómez Estébez de no irse de la "tierrina", al menos, durante los meses de verano. Este nómada digital nacido en Las Palmas de Gran Canaria lleva en el Principado desde los cuatro años. Gijón se ha convertido en la "base" a la que siempre regresa tras sus largos viajes por el mundo y de la que nunca se va en la época estival. "Asturias es un paraíso para el teletrabajo, sobre todo ahora en verano. Julio y agosto son siempre los meses en los que me quiero quedar porque es cuando está más animado el ambiente y mejor está el clima. Es un refugio climático, sin duda. De hecho, conozco bastantes personas de todas partes de España que trabajan en remoto desde Asturias durante el verano", expone Gómez.

Además de los "foriatos" son también muchos los nacidos en Asturias los que buscan con especial ímpetu empleos que les permitan teletrabajar desde el Principado. Al gijonés Saúl Castiello Barbas no se le ocurrió "mejor opción que trabajar desde mi tierra" y actualmente lo hace en remoto para la empresa alemana Phoenix Contact. Para él, además de los bien sabidos beneficios del teletrabajo -flexibilidad, concialición y ahorro de tiempo en los desplazamientos- hay que añadir el buen clima astur. "En los últimos años hemos ido notando el incremento de las temperaturas y, pese a que en Asturias también se ha notado, lo ha hecho en menor medida que el resto del país. Sin dudarlo si no fuera asturiano, vendría aquí a trabajar, al menos durante el verano", reconoce.

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