Entrevista | Begoña López Directora general de Desarrollo Rural e Industrias Agrarias del Principado

"Asturias tiene la mayor despensa de España y ahora toca presumir de ello"

"Con el AVE vendrá mucha gente y debe irse con las bolsas llenas de nuestros productos; el boca a boca vale más a veces que una campaña"

Begoña López, en su despacho de la Consejería de Medio Rural, en Oviedo. | Irma Collín

Begoña López, en su despacho de la Consejería de Medio Rural, en Oviedo. | Irma Collín / Mariola Riera

Mariola Riera

Mariola Riera

"En Asturias, no tenemos nada que envidiar a nadie en alimentación, tenemos un abanico enorme de productos". Lo dice tajante Begoña López (Cangas del Narcea, 1971), que afronta su segunda legislatura como directora general de Desarrollo Rural e Industrias Agrarias del Principado. La decoración de su despacho es toda una declaración de intenciones, con las paredes llenas de carteles de la marca Alimentos del Paraíso, que quiere ampliar, consolidar y en torno a la que pivota su trabajo.

–Momento dulce el de la agroalimentación asturiana, ¿no? La marca Alimentos del Paraíso gana reconocimiento.

–La marca, que nació en 2007, en los últimos años ha dado un salto importante. Trabajamos mucho en diferentes campañas, con los consejos reguladores, y pasamos de casi 20 a más de 400 elaboradores. La industria agroalimentaria es el segundo sector más importante de Asturias después del metal. Tenemos la mayor despensa de España. Mucha pesca, productos de mucho valor añadido, muy conocidos, como la ternera, los quesos, la sidra... Pero hay más y se puede crecer mucho en este campo.

–¿Por dónde hay que ir?

–Antes todo iba muy vinculado sólo a producir y a vender, y ahora la agroalimentación se vincula también a enseñar al turismo qué hacer y cómo. La gente cuando nos visita quiere saber cómo se hace un queso, dónde se madura. Y esas cosas han dado un plus.

–Si un emprendedor le pide consejo, ¿qué le diría?

–Hay dos vías: las ayudas Leader europeas que gestionamos en la dirección y las de industrias agroalimentarias. En función del territorio y del tamaño de la empresa te puedes financiar con una u otra, para ir a la agricultura o a la transformación, o ambas. Lo mejor es hacer todo el ciclo: si produces tu propia leche, elaboras tu queso, y lo vendes y encima enseñas cómo lo haces, tu valor es mayor. Lo mejor es diversificar. Por ejemplo, la faba siempre ha sido algo vinculado a otra actividad, como la ganadera, pero ahora es ya es un sector en sí mismo y la gente vive de ello. Esa conversión alumbra empresas y ahora mismo hay más de 670 agroalimentarias en Asturias.

–Ya, ¿pero qué aconsejaría para emprender?

–Creo que hay un gran potencial en la agricultura. Tenemos la suerte de tener agua, un bien que escasea bastante. Es un factor importante para el futuro y debemos saber aprovecharlo. Yo también diría huerta. Evidentemente, los quesos ya son muy conocidos, hay más de 90 empresas haciéndolos aquí, claro que se podría seguir creciendo. Hay quesos que pueden llegar a desaparecer, como es el de Genestoso. Estaría genial hacer quesos en Cangas de Narcea, por ejemplo, que no hay ninguno.

–Hace dos años, dijo que el sector agroalimentario podría llegar al 25% del PIB regional y sumar 10.000 empleos más en 2030. ¿Lo mantiene?

–Cifras concretas no tengo, pero sí, esto se mantiene. Después de todos los vientos en contra como una guerra o una pandemia, soy muy optimista.

–Agricultores y ganaderos viven una grave crisis. Acabamos la legislatura anterior con una protesta del sector primario y la nueva ha empezado con otra.

–El campo, el primer sector, siempre está en crisis. Lleva toda la vida en crisis. Yo vengo del campo, me crié en el campo. Siempre hubo crisis. Pero las crisis se van salvando. Porque llegan otras oportunidades. Ser ganadero no se aprende de la noche a la mañana. Lo que hay que poner, y se están poniendo, son medidas muy dirigidas a que se incorporen más jóvenes y que se mantengan los que hay. En eso está la dirección de Ganadería. Hay que ir adaptándose.

–El relevo generacional se resiste.

–Es verdad que en general van a menos. Pero, por ejemplo, en faba, se han incorporado 15 jóvenes. No es un mal dato. En ganadería no tengo el dato certero, pero no me parece que tampoco vaya mal.

–Hay una sensación siempre de pesimismo.

–Sí y yo creo que hay que prestigiar al medio rural. Igual que se prestigió a los cocineros en su momento, pues a los ganaderos, también. Porque son el primer eslabón para comer. Son el origen, deberían de ser admirados y no lo son. Eso se lo debemos como sociedad. Antes nadie quería ser cocinero y ahora ya vemos. Pues debemos lograr que los niños digan que quieren ser agricultores. Son fundamentales para mantener la soberanía alimentaria, que Europa defiende y apoya, como España y el Gobierno del Principado.

–¿Ese rechazo es cultural?

–Es cierto que el campo conlleva gran trabajo. Pero no lo hay menos en una cocina ni en el transporte. Creo efectivamente que ese rechazo pasa por el prestigio que el medio rural debe recuperar. Y, para mí, el primer sector es el que más me gusta. Es lo más importante que tiene una región. Porque es quien nos da de comer. Y tenemos que como sociedad ser capaces de ponerlo en valor entre todos.

"De emprender, yo apostaría por la huerta; tenemos la suerte de tener agua, un bien que escasea bastante"

–Una de las quejas del campo es esa: la sociedad le ignora.

–Toda la sociedad, desde todos los ámbitos tenemos que darles el sitio que se merecen. Pero también tienen que ser económicamente viables. Porque si no da igual que estén muy prestigiados. Es un trabajo transversal en la administración, desde muchos departamentos.

–Es firme defensora del asociacionismo, del cooperativismo.

–Soy de familia ganadera y lo he visto. Hemos estado presentes en el nacimiento de tres cooperativas. La de Santulaya, de embutidos, implicó a todo el pueblo. Ese es un ejemplo de que, cuando uno se asocia, puede llegar tarde o temprano, pero lejos. En Asturias, el sector debe hacerlo porque además hay empresas pequeñas y así se gana en rentabilidad. Queda mucho por andar en cooperativismo.

–¿Es el único punto débil de la industria agroalimentaria?

–Quizás. Se debe trabajar más en unión para lograr rentabilidad. Porque en última instancia son empresarios y a veces no tienen esa sensación. Cuando uno es ganadero, es un ganadero empresario. Cuando uno es quesero, es empresario también y deben saber muchas cosas. Si está asociado, si pertenece a alguna asociación que le pueda ayudar, lo tendrá más fácil para avanzar y crecer. Y no hay que olvidar el tema de la formación, que debe ser continua.

–Por ejemplo, presumimos de ser referencia quesera de Europa, pero no hay formación reglada para ser quesero.

–Sí que se da si se nos pide, la facilitamos ad hoc. Hace dos semanas hicimos un curso a través del Laboratorio Interprofesional Lechero y Agroalimentario. Si alguien quiere formarse para quesero, tendrá ayuda. Hay una partida presupuestaria para ello.

–Vamos a la sidra. El sector reconoce que queda mucha promoción entre los propios asturianos para el consumo.

–Optamos por darles presupuesto a las once marcas de calidad que tenemos para promoción y que ellas decidan cómo, dónde... El año pasado creció un 50% la ayuda. Entendemos que son ellos los que saben dónde quieren estar y a qué públicos tienen que llegar. Hay producto, como la brut, que muchísima gente desconoce en Asturias.

–Recientemente, la hostelería le pidió que todos los actos del Principado esta Navidad incluyeran sidra natural espumosa o bruto. ¿Recogió el guante?

–Esa petición la hago siempre en todos los actos públicos, ya sean de gobierno u otros, que se pidan y que por favor en las mesas estén siempre presentes Alimentos del Paraíso. Es que no puede ser de otra manera. Miremos a los vascos: primero consumen lo de ellos, después lo de ellos y luego lo de ellos. En Asturias tenemos que ser así. ¿Un vino español? Pues un vino de Asturias. O una sidra natural o bruto. Incluso zumo de manzana, que tenemos estupendo. ¿Por qué un cortador de jamón en fiestas, ahora tan de moda? Pongamos un cortador de chosco, producto que se conoce poco. Toca presumir. Toca sacar pecho de la gran despensa asturiana de Alimentos del Paraíso. Porque podemos. Y hasta ahora íbamos ahí detrás, callados, pero ya está bien.

–Más ahora que la mejora de la comunicación ferroviaria abre grandes expectativas turísticas.

–Pues sí, va a venir mucha gente y queremos que se vaya con las bolsas llenas de productos asturianos. El boca a boca vale más a veces que cualquier campaña. Tenemos que ser capaces de vender lo nuestro y bien.

–¿Será Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la cultura sidrera asturiana?

–Sí. Y pronto. Hay que seguir trabajando y a lo largo de 2024 lo veremos. Será un espaldarazo muy importante fruto de mucho trabajo durante años. Creo que será un hito también, igual que la llegada del AVE a la región.

–Tienen entre manos una marca nueva, Mercados de Asturias.

–Nacerá en 2024 y tenemos que redactar las condiciones de la misma para que eche a andar en 2025. Queremos que los mercados sean un punto donde la gente pueda encontrar y ver el producto asturiano.

–Recientemente, el Consejero de Medio Rural habló de la idea de una IGP de carne de caza. ¿Lo ve posible?

–Estamos en ello, sí. Es una pena que no se aproveche toda esa carne de jabalí u otros animales cinegéticos con la necesidad que hay de producir alimentos. Pero admito que no es fácil. Lo estamos trabajando con Asincar. Es muy interesante y puede salir un producto de calidad a buen precio. Pero no quiero poner fechas ni prometer nada porque no depende todo de este departamento.

–¿Alguna IGP a punto?

–La de la escanda debe repetir la solicitud, pues no estaba bien realizada. La del kiwi está ahí, pendiente de que las dos grandes asociaciones se unan para poder tramitarla. Se tienen que poner de acuerdo. Luego nosotros lo tramitaremos con el Ministerio. Son procesos largos, pero por ejemplo, la de la Miel de Asturias, la más reciente, que está funcionando bien, ha podido echar a andar con algún trámite menor pendiente. Nosotros encantados de que la familia IGP aumente. Es marca y hay que hacer marca Asturias.

–Ya para acabar, ¿qué no va a faltar en su mesa esta Navidad?

–Pues en mi casa no va a faltar una sidra brut ni el vino de Cangas. Tampoco un pescado y, por supuesto, una carne. Soy de Cangas y ahí tenemos mucha. Y posiblemente tampoco faltará alguna conserva de aquí, además de algo de setas para acompañar la carne que decía... O una pasta rellena con ellas, me gustan mucho las setas. Hay mucho donde elegir.

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