En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: La ambición, el mercado y el pago de rescates

La tendencia marcada por MAR, las entradas y salidas azules y Laporta

Joan Laporta y Florentino Pérez.

Joan Laporta y Florentino Pérez. / Agencias

Pablo González

Pablo González

MAR ha creado tendencia. El técnico del Sporting dejó dicho que piensa en el ascenso directo y no en el play-off y el vestuario ha tomado nota, así que cada vez que alguno de sus componentes pisa la sala de prensa de Mareo se suma a la campaña para que los rojiblancos sueñen con algo más que jugar la promoción. No está mal ser ambicioso de vez en cuando y pregonarlo a los cuatro vientos. Ahora solo queda que las palabras no acaben siendo pisoteadas por la realidad y que estas buenas intenciones se sigan plasmando en el campo y, sobre todo, en la casilla de puntos de la clasificación.

Mientras tanto, en Gijón siguen moviendo el asunto del Mundial 2030, la operación 40-100-300-330-150. Quedan pocas semanas para que la candidatura tenga que aclarar de dónde va a salir el dinero para cumplir con las exigencias de la FIFA, que no son pocas. Será entonces cuando se sepa realmente el grado de implicación de las administraciones y el sector privado.

Mientras, a 28 kilómetros andan a vueltas, al menos en el momento de escribir estas líneas, con la salida de Luismi y la llegada de su sustituto. Sería el primer traspaso del Oviedo como tal desde que se puso fin al concurso de acreedores. Por lo demás, la semana sigue marcada por el asunto arbitral y la entrada en escena de Joan Laporta, que, entre otras cosas, asegura que el VAR está secuestrado y la competición adulterada tras el arbitraje sufrido por el Almería en el Bernabéu. Está claro que Laporta y los suyos saben muy bien de qué hablan, especialmente de pagar "rescates" millonarios como con los que el club culé estuvo financiando, que se sepa, a la familia Negreira. Los hay que los tienen poliédricos y elevados al cubo, ¿oyisti, güey?

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