Alsa acelera en el ferrocarril: la familia asturiana Cosmen pretende entrar en la alta velocidad y en las cercanías españolas

La compañía lidera un nuevo operador que competirá en el Eurotúnel

Los nuevos proyectos requieren inversiones de más de 1.700 millones de euros

Tren de Alsa y EcoRaíl.

Tren de Alsa y EcoRaíl.

Pablo Castaño

Pablo Castaño

La familia asturiana Cosmen, la de los autobuses, sigue viendo el futuro sobre ruedas, pero también sobre raíles. Los impulsores de Alsa, la compañía líder en España en el transporte de viajeros por carretera, están pisando el acelerador en el negocio del ferrocarril con proyectos que requieren inversiones de más de 1.700 millones de euros. Alsa, en alianza con la andaluza Eco Rail, pretende optar al próximo paquete de liberalización de líneas ferroviarias de alta velocidad, media distancia y cercanías en España. Y en paralelo, los Cosmen lideran una nueva sociedad, denominada Evolyn, con la que pretenden competir con Eurostar, a partir de 2025, en la ruta ferroviaria bajo el canal de La Mancha.

El proyecto de Evolyn «está en el ámbito de la familia Cosmen», apuntan fuentes de Alsa para precisar que esta operación se realiza al margen de la compañía de autobuses y de su matriz británica Mobico –la antigua National Express–, que tiene a los Cosmen como principales accionistas. En su aventura empresarial para operar en el Eurotúnel, la familia asturiana tiene socios industriales y financieros británicos y franceses cuya identidad aún no se ha desvelado.

Sí ha transcendido que Evolyn tiene un acuerdo con la compañía británica Rock Rail –especializada en la captación de capital para la inversión en trenes y también en el arrendamiento de material rodante– para dotarse de una flota de 12 trenes de alta velocidad de la gama Avelia del fabricante francés Alstom ampliable hasta 16 unidades. Con esos trenes de última generación, la sociedad liderada por la familia Cosmen pretende empezar a operar en 2025 en el Eurotúnel y ofrecer así «una alternativa de transporte moderna, innovadora y sostenible a los más de 11 millones de pasajeros que viajan entre el Reino Unido y Europa continental cada año».

El ovetense Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo, que es el CEO de Evolyn –cargo que compagina con el de presidente del grupo Alsa y vicepresidente de Mobico– señaló que el proyecto para competir con Eurostar «lleva tres años desarrollándose» y que es bien visto por las autoridades de los países por los que pasa la línea. «Sabemos que los gobiernos del Reino Unido y Francia dan la bienvenida a un proyecto que permitirá a sus ciudadanos aumentar las opciones de conexión entre el Reino Unido y varios países de Europa continental con una red verde alternativa que también contribuirá a la descarbonización», señaló Cosmen. La inversión prevista en el proyecto Evolyn es de 1.000 millones de libras esterlinas, lo que al cambio actual supone más de 1.100 millones de euros.

En paralelo a esa operación, los Cosmen siguen tomando posiciones para entrar en la alta velocidad ferroviaria en España y estos movimientos sí son desde Alsa. La compañía asturiana, que tiene licencia y certificado de seguridad para operar trenes de viajeros por la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) y puede aportar la experiencia ferroviaria de su matriz Mobico –que actualmente opera siete líneas de tren en Alemania–, estaba en todas las quinielas sobre las empresas que entrarían en la alta velocidad ferroviaria en España en el primer paquete de la liberalización. Alsa no dio al final el paso definitivo que sí dieron Ouigo (SNCF) e Iryo (Air Nostrum, Globalvia y Trenitalia) para competir con Renfe, pero desde la compañía asturiana siempre se afirmó que se mantendría a la expectativa.

El negocio del tren

El negocio del tren / LNE

El pasado mes se conoció que Alsa se ha aliado con la compañía andaluza Eco Rail para optar al próximo paquete de liberalización de itinerarios de alta velocidad ferroviaria –en el que podría entrar la línea que comunica Asturias por la recién inaugurada Variante de Pajares–, así como a la gestión de servicios de cercanías y de media distancia. La alianza Alsa-Eco Rail, al igual que Evolyn, lleva tres años trabajando en el proyecto y aspira a incorporar a un tercer socio. Ya ha iniciado contactos con los fabricantes de material ferroviario de cara a dotarse de una flota de trenes y la inversión estimada supera los 600 millones de euros.

Los orígenes

Alsa, que este año cumple su centenario, no tuvo vinculación con el ferrocarril hasta hace 21 años, cuando la compañía se hizo cargo de la gestión del funicular de Bulnes, en el corazón de parte asturiana del parque nacional de Picos de Europa. Desde entonces, Alsa ha ido dando pasos en el negocio sobre raíles. En el transporte de viajeros, el grupo asturiano participa desde 2007 en Metros Ligeros de Madrid, empresa concesionaria de la línea 1 del Metro Ligero de Madrid, que une los distritos de Hortaleza y Ciudad Lineal, y también participó en Travelsa, la concesionaria del fallido tranvía de Vélez-Málaga que el ayuntamiento de la ciudad andaluza ha intentado en varias ocasiones recuperar sin, de momento, éxito.

Además, Alsa fue pionera en el transporte privado de viajeros por la Red Ferroviaria de Interés General al operar desde 2017 el «Tren de Felipe II», un servicio ferroviario turístico entre Madrid-Príncipe Pío y El Escorial. La compañía asturiana también opera trenes turísticos charter organizados por asociaciones de amigos del ferrocarril y diferentes diputaciones y ayuntamientos –como el «Tren de los Reyes Magos», «Puerta de Andalucía», «Mezquita de Córdoba», «Expreso Cariñena», «Las Edades del Hombre» o el «Tren dels Llacs»–, y trenes turísticos por España fletados por la agencia inglesa de viajes ferroviarios PTG Tours. El pasado año, Alsa transportó a 35.000 viajeros con estos trenes de ocio y cultura que fueron movidos por la decena de locomotoras de diversas tipologías que tiene la compañía para ofertar estos servicios.

En 2003 Alsa creó la filial Alsa Rail para aglutinar e impulsar su actividad ferroviaria en el transporte de viajeros, pero también de mercancías y en áreas como la consultoría, el mantenimiento, los servicios auxiliares y la formación. En este último segmento creó el Centro de Formación Ferroviaria Alsa, que en 2018 fue homologado y en 2021 obtuvo la adjudicación de los servicios de formación de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC). Cuenta con centros en Madrid, Lérida y, desde el pasado año, en Zaragoza.

También en los últimos años Alsa ha incrementado sus servicios de mantenimiento de instalaciones y edificios de las líneas de alta velocidad dependientes de Adif –línea Madrid-Levante; tramos Lleida-Frontera Francesa, Olmedo-Orense, Antequera-Granada; estación de La Sagrera en Barcelona...– y en 2022 recibió la certificación necesaria para poder ocuparse del mantenimiento de vehículos ferroviarios.

La operación de trenes de mercancías también se está acelerando. Alsa gestiona los servicios de maniobras de trenes de las terminales de transporte de mercancías de Zaragoza-Plaza y Valencia Fuente de San Luis, y de las redes de vías de la Autoridad Portuaria de Valencia, del complejo ferroportuario de Barcelona –en el que se mueven el 35% de las operaciones a nivel nacional–, y de varios complejos ferroviarios de Madrid.

Para apoyar todo este crecimiento en el sector del tren, la compañía asturiana ha puesto en servicio un Centro de Gestión de Operaciones que funciona las 24 horas de los 365 días del año y que ha permitido desplegar servicios auxiliares de mantenimiento técnico y acompañamiento en ruta por toda la geografía nacional.

Alsa se expande por las vías como primero hizo por las carreteras.

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