Homenaje a los juristas callados que garantizan el orden en la Universidad

Es una labor "callada, escondida, desconocida y muchas veces hasta incomprendida". Pero los secretarios generales de las universidades son "determinantes". Así se puso de manifiesto ayer en el homenaje que la institución académica asturiana rindió a sus antiguos secretarios. Desde 1984 fueron once: desde Leopoldo Tolivar Alas, que ocupó este cargo cuando Alberto Marcos Vallaure era rector, hasta Eva Cordero, en la etapa de Santiago García Granda. El actual secretario general, Ángel Espiniella, reivindicó que ante todo "somos servidores públicos". Por eso, dijo Ramón Punset, secretario entre los años 2000 y 2004 con Juan Vázquez, "solo somos útiles en la medida en la que nos mantenemos en nuestra labor de juristas. Claro que pertenecemos a un equipo rectoral, pero nuestros objetivos, por muy justos que sean, han de perseguirse a través del derecho y no en contra".

El acto, celebrado en el Paraninfo, sirvió para clausurar la jornada sectorial de secretarías generales del Grupo G9+ de universidades (Extremadura, Zaragoza, Castilla La Mancha, Universidad Pública de Navarra, Cantabria, Murcia, País Vasco, La Rioja e Islas Baleares), que acogió Oviedo para avanzar en la adaptación a la LOSU, la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario. "Aprovechando este encuentro, pensamos que el mejor acto de clausura era honrar a nuestros predecesores", expresó Espiniella, quien definió las funciones de los secretarios. "Damos fe de todos los acuerdos, somos responsables del servicio jurídico, gestionamos los títulos de los estudiantes y somos custodios de los archivos de la biblioteca", explicó.

"Las instituciones no somos lo suficientemente agradecidas y éste era un reconocimiento merecido. Los secretarios generales siempre han sido los grandes desconocidos y, sin embargo, forman parte del equipo central del funcionamiento de la institución. Hacen que las universidad se conduzcan con orden", manifestó el rector, Ignacio Villaverde, que también fue secretario entre 2004 y 2006 con Juan Vázquez y que, por su cargo actual, se mantuvo al margen del reconocimiento.

La adaptación de los estatutos de las universidades a la LOSU antes de mediados de 2025 conllevará "mucho trabajo", según aseguró Ángel Espiniella. "Hay partes muy claras y otras que tienen mucho de análisis jurídico", apuntó. A ello también se refirió el rector de la Universidad de Extremadura, Pedro Fernández Salgero, presente ayer en el acto como presidente del G9: "No solo hay que cambiar los estatutos, sino que también la LOSU afecta a la promoción dentro de las universidades, a la carga docente... Y todo esto va a suponer un coste adicional a nuestras instituciones". En definitiva, "vamos a tener una época dura". El G9 acordó ayer desarrollar estrategias comunes para facilitar esa adaptación.

Ramón Punset, que hizo durante el acto de portavoz del resto de secretarios, se encargó de la última gran reforma estatutaria, cuando cambió la LRU por la LOU. "Fue una época muy intensa, con muchas reuniones y discusiones", rememoró. El listado de secretarios homenajeados lo componen Leopoldo Tolivar, Paz Andrés Sáenz de Santa María –que no pudo asistir al acto–, Manuela Fernández, Julio Carbajo, Luis Martínez Roldán, Ramón Puenset, Margarita Fuente Noriega, José Francisco Fernández, Ignacio González del Rey y Eva Cordero. Al reconocimiento de ayer también asistieron los exrectores Juan López Arranz, Vicente Gotor y Juan Vázquez.

Suscríbete para seguir leyendo