En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: Orlegi no hace prisioneros

El proceso de Orlegi en forma de podadora/aspiradora sigue adelante. La última figura en caer ha sido la de Falo Castro, uno de los hermanos de Quini. No hay semana en la que el proceso no nos sorprenda con alguna novedad, vaya como vaya el equipo

Por la izquierda, Alejandro Irarragorri y David Guerra, en la sala de prensa El Molinón

Por la izquierda, Alejandro Irarragorri y David Guerra, en la sala de prensa El Molinón / Ángel González

Pablo González

Pablo González

El proceso de Orlegi en forma de podadora/aspiradora sigue adelante. La última figura en caer ha sido la de Falo Castro, uno de los hermanos de Quini, que se encargaba de las instalaciones rojiblancas, y otras dos trabajadoras. No hay semana en la que el proceso no nos sorprenda con alguna novedad, vaya como vaya el equipo. La maquinaria del grupo mexicano no hace prisioneros, da igual el nombre, los apellidos o si hubo, hay o habrá padrino o madrina.

Ya se sabe que el que compra un piso tiene derecho a amueblarlo a su gusto y no está obligado a mantener la decoración a lo "Cuéntame" del anterior inquilino, aunque en ocasiones haya reformas que mandan a la basura alfombras de la Real Fábrica de Tapices para cambiarlas por otras de la nueva colección de Ikea. Entre medias, charcos como el de la foto de Juan Otero en sus redes sociales llevándose las manos a la zona bajoventral, que obligó al chaval a marcarse un vídeo a lo Juan Carlos I tras la cacería junto a Corinna en Botsuana con aquel "lo siento, no volverá a ocurrir".

Mientras, a 28 kilómetros, la parte institucional –la de las fotos y primeras reuniones– del proyecto para la ciudad deportiva del Oviedo en Latores dio otro paso con el encuentro entre el alcalde de la ciudad y Paco Rubio, el propietario de los terrenos y quien ejecutará la obra. El proyecto va poco a poco tomando forma. Otra cosa serán los tiempos, ¿oyisti, güey?

Suscríbete para seguir leyendo