La vacuna del próximo otoño para los mayores será triple: gripe, covid y... virus sincitial

La protección de los adultos frente al VRS pretende prevenir pulmonías, complicaciones del asma o de EPOC o enfermedades bronquíticas

La enfermera Mariane Rodríguez, vacunando a una paciente en Oviedo el pasado mes de octubre.

La enfermera Mariane Rodríguez, vacunando a una paciente en Oviedo el pasado mes de octubre. / LNE

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Se estrecha el cerco a los virus respiratorios propios del otoño y el invierno. Si hasta 2019 las personas mayores y los colectivos más vulnerables solo habían de vacunarse frente a la gripe, y desde hace un tiempo se ha añadido el pinchazo contra el covid, este próximo otoño el cóctel incorporará una nueva vacuna: la del virus respiratorio sincitial (VRS), causante en la población adulta de pulmonías, complicaciones del asma o de EPOC o enfermedades bronquíticas. Este tipo de problemas de salud continúa generando cada año numerosos cuadros graves, en particular en franjas de edad avanzadas, con las consiguientes descompensaciones de enfermedades previas que acaban originando incluso numerosas muertes.

Tal y como viene informando este periódico, este otoño-invierno ha traído la buena noticia de una disminución drástica de los casos de bronquiolitis en niños, gracias a la inmunización –por vez primera– de los lactantes frente al mismo VRS al que ahora se quiere combatir en mayores. En Asturias, esta acción se ha saldado con resultados muy favorables: una cobertura del 97 por ciento entre los bebés menores de seis meses. La consecuencia ha sido una notable reducción de visitas a los servicios de urgencias e incluso de ingresos hospitalarios. En la población infantil se aplica un anticuerpo. En mayores, población en la que el virus respiratorio sincitial genera otro tipo de daños distintos de la bronquiolitis, se administrará una vacuna propiamente dicha.

Todo lo contrario de la bronquiolitis ha sucedido con la campaña de vacunación frente a la gripe de los niños menores de cinco años. Debido a que el nuevo programa no estuvo acompañado del necesario soporte de información a las familias, la cobertura de la vacuna antigripal en la franja de 6 a 59 meses de edad apenas ha llegado al 30 por ciento, dato que los profesionales valoran como un rotundo fracaso.

Según ha podido saber este periódico de fuentes especializadas, las infecciones del VRS suelen originar un catarro, o poco más, en personas sin problemas de salud de base. Sin embargo, en mayores o inmunodeprimidos pueden ocasionar muertes. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado luz verde a dos vacunas para población de 60 años en adelante. Hasta el momento solo una de ellas ha sido aprobada en España. Esta vacuna puede administrarse también a mujeres embarazadas, «no tanto para protegerlas a ellas, que en parte también, como al bebé», indican las citadas fuentes. Los expertos apostillan que «estamos ante una herramienta adicional para proteger a los recién nacidos», pues una vez que lleguen a este mundo recibirán también el anticuerpo. La vacuna frente al VRS de adultos que está pendiente de aprobación en España solo está concebida para personas de 60 años y más, no para embarazadas.

Existen dos tipos básicos de virus respiratorios sincitiales, A y B. Unos y otros suelen entrar en circulación justo después del verano, como teloneros de la gripe. En consecuencia, los expertos estiman que la vacuna deberá aplicarse en septiembre. Al tratarse de un patógeno que no suele mutar, no se espera el engorro de tener que diseñar una vacuna distinta cada año, como ocurre con la gripe. Sobre el papel, protege como mínimo a lo largo de dos temporadas, aunque en la segunda ya disminuye su eficacia defensiva.

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Entre 100.000 y 120.000 asturianos han acudido a un centro de salud en este otoño e invierno por una infección respiratoria aguda (IRA). Hay que sumarles los que fueron directamente a un servicio hospitalario de urgencias y los que han pasado gripe, covid u otros cuadros sin ayuda médica. Los expertos entienden que el impacto de la patología respiratoria de esta temporada es intermedio tanto en frecuencia de casos como en gravedad de los mismos.

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