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Las claves para entender el caso del carbón desaparecido que ha sacudido al principal puerto asturiano: investigación en El Musel

La presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón impulsa una investigación interna que ya ha llevado a la Fiscalía las conclusiones sobre Ebhisa y que sigue en marcha en la propia Autoridad Portuaria

Este lunes comienza el juicio en el que el intermediario de carbones Telf reclama 53 millones de euros a Ebhisa por el mineral que supuestamente se llevó NMR de la terminal de minerales sin pagárselo a Telf

La terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, al fondo, junto a la zona en la que cribaba NMR, con un tendejó verde. | ÁNGEL GONZÁLEZ

La terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, al fondo, junto a la zona en la que cribaba NMR, con un tendejó verde. | ÁNGEL GONZÁLEZ

Gijón

Ebhisa, la estibadora controlada por la Autoridad Portuaria de Gijón, acaba de remitir a la fiscalía el resultado de la investigación encargada ante la desaparición en 2020 de sus instalaciones de 123.000 toneladas de carbón, tal como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Se trata de parte de un cargamento de casi 160.000 toneladas descargado en octubre de 2020 y que Natural Mining Resources 1926 (NMR) –que aquel año movió más de 4 millones de toneladas de carbón por el Puerto– no pagó a la firma intermediaria que se lo vendió, Telf. Esta última reclama ahora a Ebhisa 52,79 millones de euros por el carbón y el lucro cesante de un cargamento cuya venta había pactado en 2020 en 8,44 millones de dólares. La vista para este juicio se celebrará el lunes y el miércoles de la semana que entra, en un momento en el que el Puerto y Telf mantienen también contactos para un acuerdo extrajudicial.

¿Cómo se llegó hasta aquí? El asunto de aquel cargamento de Telf descargado en octubre de 2020 en Ebhisa del buque "Bergé Triglav" para NMR es una de las derivadas de la supuesta estafa a gran escala que dejó damnificados en Asturias, España y otros países por la que se está investigando a NMR en un juzgado de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde la firma tiene su sede social, aunque usó Gijón como base.

El primer objetivo de la ampliación

El futuro de El Musel, con sus enormes espacios vacíos en la ampliación están llamados ahora a albergar grandes proyectos fabriles, no fue siempre así. La gran obra portuaria acabada en 2011 con una inversión de más de 700 millones de euros tenía como gran objetivo convertir el muelle norte, con sus 500.000 m2 de superficie, en un centro de transbordo (un hub) de graneles sólidos, compitiendo con grandes terminales europeas dedicadas a eso mismo, fundamentalmente en Rotterdam. Algo de eso llegó a haber, entre mediados de 2022 y 2024 cuando dos empresas de referencia del sector, como Glencore y Vitol Group utilizaron El Musel para transbordos de carbón. Unos años antes, entre 2018 y 2020 los ansiados transbordos a gran escala ya habían llegado a El Musel de mano de NMR, con la diferencia de que lo que hizo esta empresa fue utilizar El Musel como base para una supuesta estafa a gran escala.

Vista de espacios en la ampliación de El Musel, con el Muelle Norte al fondo.

Vista de espacios en la ampliación de El Musel, con el Muelle Norte al fondo. / Marcos León

NMR movió millones de toneladas en El Musel entre 2018 y 2020, comprándolo en el este de Europa y previa mezcla (incluyendo también mineral recuperado de escombreras de minas) y criba en El Musel, revendiéndolo fundamentalmente a térmicas de Marruecos. El último cargamento que le envió Telf no fue el único que no pagó NMR. También se llevó, sin pagar, excedentes de carbón de térmicas de Endesa. Clientes marroquíes, a su vez, rechazaron cargamentos de carbón mezclado en El Musel por no cumplir con la calidad pactada.

Quiebra fraudulenta

En 2021 NMR entró en concurso en una quiebra que la Guardia Civil considera supuestamente fraudulenta, con un pasivo de 170 millones de euros. La actividad carbonera de la empresa –incluida la mina de Pilotuerto– representaban una parte menor de los ingresos que tuvo. La investigación de la Guardia Civil determinó que la parte más sustancial, con diferencia, de los ingresos que captó la empresa fueron créditos bancarios. La investigación principal contra NMR se abrió por supuesta estafa agravada, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes, contra la Hacienda Pública, falsedad documental, favorecimiento real y personal y un supuesto cohecho.

En este contexto se enmarca la supuesta apropiación de las 123.000 toneladas de Telf por NMR. En noviembre de 2020, al mes siguiente de la descarga del "Berge Triglav", el carbón ya se había esfumado y en enero de 2021 NMR hizo el despacho aduanero en Murcia. Telf había intentado hacerse con el carbón y envió comunicaciones a Ebhisa, en vano. Un juzgado de Gijón había rechazado a principios de 2021 la petición de Telf de embargar cautelarmente su carbón. La compañía intermediaria acabó ganando un arbitraje en Londres que le reconocía la propiedad del mineral, pero no fue hasta diciembre de 2022 cuando pudo convalidar aquel laudo en los tribunales españoles. También tuvo que reclamar su devolución al administrador concursal de NMR.

Mientras, NMR no había comunicado en ningún momento a Ebhisa que se había llevado el carbón, y la estibadora pública estuvo años emitiendo certificados a petición de Telf de que la carga estaba en sus instalaciones.

Pero había desparecido en noviembre de 2020, exportándose desde la ampliación. En esa fecha coinciden tanto el informe forense encargado por la nueva dirección de El Musel a KPMG como la investigación interna que en su día efectuó el anterior director del Puerto, que cuando cesó en el cargo se reincorporó como trabajador de Ebhisa al igual que la exdirectora de la terminal, dos de las personas señaladas en la investigación interna y a las que se les ha abierto ahora un expediente disciplinario para su despido, del que están preparando los argumentos para su defensa.

La investigación interna fue anunciada por la nueva presidenta de El Musel, Nieves Roqueñí, en el primer Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Gijón que presidió, en febrero. Aún no ha acabado. Se ha hecho ya en Ebhisa con el análisis de KPMG y con las medidas posteriores acordadas por el Consejo de Administración, previo informe al respecto de la Abogacía del Estado.

Cambio en el Consejo de El Musel

La investigación tiene una segunda fase, en ese caso en el seno de la propia Autoridad Portuaria de Gijón. El asunto del carbón de Telf ya motivó cambios en el Consejo de Administración del Puerto, al sustituir Roqueñí a su anterior secretaria en base a que no hubiera promovido que el Puerto se personara en los pleitos de Telf contra Ebhisa. En uno de los pliegos de cargos contra los expedientados de Ebhisa también se hacen alusiones al expresidente de El Musel, Laureano Lourido.

Así las cosas, este lunes comenzará el juicio civil por el que Telf (que también ha ido a la vía penal) reclama 52,79 millones de indemnización a Ebhisa. Tras haberlos expedientado, Ebhisa ha renunciado ahora a su petición de que declaren como testigos el exdirector de El Musel y la exdirectora de Ebhisa. También renuncia a presentar como prueba el informe pericial que había encargado a Geosyntec Consultants entre cuyas conclusiones indica que Ebhisa no era la responsable de la custodia de aquel cargamento de carbón, sino que Telf había contratado ese servicio con una empresa consignataria del Puerto. Si mantiene un informe pericial en el que argumenta que Telf obtuvo beneficios tras haber recuperado las 36.698,70 toneladas que quedaban en Ebhisa del cargamento del "Berge Triglav".

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